Estos pasados días de intenso frío se está pagando la electricidad al mayor precio de la historia, en esa semana a una media de más de 80 euros el MWh y con algunos picos que alanzan los 100 euros el MWh. El frío no es el que provoca la subida, es cierto que hay mayor demanda de electricidad, pero el problema de los precios de la electricidad en España es otro: un falso mercado organizado en beneficio de las cinco grandes compañías eléctricas, que se aprovechan de los momentos de más demanda para perpetrar un auténtico atraco eléctrico.

La Secretaría de Estado de la Energía achaca al precio del gas esta subida. Saben que esto es falso, aunque intentan confundir a la ciudadanía. En Red Eléctrica Española se puede consultar on-line (ree.es) la demanda y producción en tiempo real, con el detalle de cuánto contribuye cada fuente de electricidad en cada momento del día (el llamado ´mix eléctrico´). Tomamos como ejemplo el 20 de enero a las 10:50 horas, cuando se generaban 40GW de potencia (menos de la mitad de la capacidad instalada) y se alcanzaron los 95 euros por MWh. La electricidad producida en ese momento se repartía de la siguiente manera: el 26% provenía del gas, 18% carbón, 17% nuclear, las energías renovables (hidroeléctrica, eólica y solar) en conjunto aportaban el 28%, y eso que no era un día bueno ni para el viento ni para el sol. Cada tecnología produce electricidad a un precio muy diferente, y algunas centrales están ya plenamente amortizadas (nuclear, hidráulica) por lo que producen electricidad a un precio bajo, en torno a 20 euros por MWh. Sin embargo, la actual regulación española hace que se remunere a las grandes compañías la electricidad al precio de ´costes marginales"´, es decir: lo que cuesta la generación del último MWh que ha sido necesario inyectar a la red (el de mayor coste), es el precio que se utiliza para remunerar toda la electricidad inyectada a la red desde el primer hasta el último MWh, generando así unos beneficios desmesurados e injustificados para las compañías eléctricas. Se les paga hasta un 80% más de lo que cuesta generar la mayor parte de la electricidad que consumimos, son los que se llaman ´beneficios caídos del cielo´ y que suman más de 20,000 millones de euros en los últimos cinco años, a los que habría que sumar otros 3,300 millones indebidamente cobrados en concepto de ´costes de transición a la competencia´. Una competencia que no existe entre las compañías eléctricas. La única competencia que tenemos en España es entre el oligopolio eléctrico y los ciudadanos.

¿Cómo podemos defendernos de este atraco? Primero, modificando la regulación del sistema eléctrico español, de forma que se remunere la generación eléctrica al precio que realmente cuesta cada MWh, y segundo, permitiendo la mayor generación de energías renovables puesto que su inyección en la red eléctrica permite abaratar el precio de la electricidad (reconocido recientemente en un informe de la propia Secretaría de Estado de Energía).

Es urgente eliminar las barreras a la energía solar y a la energía eólica. Es urgente derogar de inmediato el aberrante ´impuesto al sol´. Estamos viviendo una nueva batalla contra el oligopolio eléctrico: tras los intentos de la Asamblea Regional de Murcia por debatir en el Congreso de los Diputados una ley de Electricidad Renovable para Autoconsumo que finalmente fue bloqueada por la mesa del Congreso, se ha presentado una nueva iniciativa apoyada por la mayoría de los partidos de la oposición y que permitirá seguir adelante. No vamos a parar hasta cambiar el sistema eléctrico español, eliminando el poder del oligopolio eléctrico y dándoles a los ciudadanos la posibilidad de generar su propia energía.

Esta es una batalla por la democratización del sistema eléctrico cuyo primer paso es la eliminación del impuesto al sol.