Todos los días hay casos de malos tratos entre parejas en España, pero cuando se trata de alguien famoso el asunto adquiere otra dimensión. El último acontecimiento ha sido la pelea que protagonizaron el jugador francés del Atlético de Madrid Lucas Hernández y su novia, que ha terminado con una solicitud por parte de la Fiscalía de siete meses de cárcel para el futbolista y de seis para su pareja. Tras la declaración, resulta más que evidente que en el calor de la discusión, las agresiones las protagonizaron tanto uno como otro. Puñetazos masculinos y femeninos. Solo la presión que desde hace años ejerce la sociedad sobre los maltratadores ha conseguido suavizar un asunto muy grave en el que, cada vez más, aparece la figura de la mujer también como parte agresora en lugar de ser siempre la víctima. Entiéndame usted, yo veo perfecto que el hombre que ponga una mano sin su consentimiento sobre su pareja pueda pasar 48 horas en un calabozo, pero me generan dudas que las mismas leyes que protegen a las mujeres partan de una base equivocada, puesto que el maltrato, sea del tipo que sea, debería estar extinguido de una sociedad en la que la mujer lleva las de perder casi siempre, es verdad, aunque por suerte están aprendiendo a pagar con la misma moneda.