No lo vi, pero según he podido comprobar con posterioridad, El Hormiguero en el que se entrevistaba a una futura astronauta dio mucho juego. Según parece, la chica, Alyssa Carson, que solo tiene quince años, ha tenido desde su infancia el sueño de vivir en Marte. Debido a su esfuerzo, su sacrificio y su constancia (con 15 años habla ya cinco idiomas) la NASA ha decidido prepararla. En principio, la misión consistiría en vivir en Marte dos o tres meses, un tiempo considerable teniendo en cuenta que solo para llegar al planeta rojo se calculan unos nueve meses. Como podemos imaginar, la preparación para realizar una misión semejante debe ser extraordinaria. Sin embargo, lo que invadió las redes sociales no fueron comentarios acerca de los cinco idiomas que habla la chica, o su preparación física para realizar la misión, o la enorme preparación psicológica o de conocimientos físicos y químicos que deberá adquirir. Lo que invadió las redes sociales fueron comentarios sobre sus orejas. Tal como lo leen; sus orejas. Como no podía ser de otro modo, en un país plagado de ignorantes, muchos de los telespectadores comenzaron a hacer comentarios jocosos en las redes sobre las enormes orejas de la chica. Y, paradójicamente, lo hacía gente (he visto sus fotos) con cara de mandril, o con dientes de conejo, o con pelos de puercoespín. Y, todos sin excepción, con cerebro de gusano. Para resumir, estamos rodeados de ciudadanos a los que no les impresiona el esfuerzo o la preparación de una cría de 15 años pero sí sus orejas. Y es que en España las coñas nos vuelven locos. Es nuestra seña de identidad por el mundo. Yo, solo por reírse de una menor y de un presunto defecto físico, los metía en una nave espacial y los mandaba a tomar por saco a Marte. Pero sin escafandra. Y luego dicen que el bullying surge en las escuelas.

Por si esto fuera poco, otro de los momentos estrella, parece ser, fue la pregunta de Cristina Pedroche. Según han escrito los diarios, la pregunta era: «Pero, ¿y si te cambia la vida? Lo mismo conoces, yo qué sé... Tienes una pareja ideal que dices: es que no me quiero separar nunca y no me quiero ir a Marte, porque entiendo que eso... se tarda un montón en llegar allí». Evidentemente, no es que sea la pregunta del siglo, pero tampoco es una mala pregunta. Está horriblemente enunciada, pero se entiende perfectamente lo que quiere decir. Sin embargo, lo que llamó la atención no fue la mala estructura gramatical, sino que alguien se atreva siquiera a insinuar que una persona pueda dejar 'todo' por amor. Más si es una mujer. Como no podía ser de otro modo, las guerrilleras feministas enfundadas en sus trincheras de bloges, facebookes y twittereses salieron a destripar a Pedroche (aunque no sea el caso, hay personas que no están dispuestas a admitir que existan mujeres guapas e inteligentes, y cuando eres una máquina intelectual te critican por las orejas y, cuando eres guapa, te critican por el cerebro). Estas guerrilleras feministas (tan librepensadoras, tan avanzadas en sentimientos de justicia y democráticos) deberían aceptar que cada cual es libre de decidir qué hacer con su vida. Por si no se han dado cuenta, Franco ha muerto. Ya hay libertad sexual. Puedes sacarte una teta en una iglesia(solo en una católica) o mear en la calle con el vello púbico al viento como modo de protesta. A lo mejor es que están tan ocupadas en criticar que no tienen tiempo para leer. Si no, verían que todos los días a todas horas hay en el mundo hermosas historias de amor de hombres o mujeres o hijos que superan mil adversidades para estar juntos. El feminismo no debe demonizar el amor, no debe quemar en la hoguera a la mujer que decida quedarse en casa; el feminismo debe perseguir las actitudes, leyes o comportamientos que hacen que hombres y mujeres no tengan los mismos derechos. Aquí, pero también en el resto del mundo. Lo demás; pura ignorancia y demagogia.