Ahora que está Fitur en marcha y que veo a las autoridades de Murcia haciéndose fotos por aquí y por allá, en el stand, con los reyes, con los plebeyos y con sus primos, se me ocurre que esto del turismo es algo a lo que podríamos sacarle mucho más partido. Ya sé que, en cuanto haga una crítica, alguien me va a tirar a la cabeza el dato de subida de pernoctaciones en el fin de semana del Corpus, o una estadística de consumo de pasteles de carne o de marineras en fechas señaladas. Porque está claro que la gente acude de vez en cuando, pero tengo el convencimiento de que esta Región nuestra posee un montón de atractivos que no se han sabido vender, pero no solo a los foráneos, sino a nosotros mismos. Hay personal en Águilas que nunca ha hecho una excursión para ver los campos de vides de Yecla en otoño, que son un espectáculo total, todos teñidos del rojo de las hojas que después se pondrán amarillas y ocres puros. Es un ejemplo.

Claro está que, en primer lugar, deberíamos llamar la atención de la gente del exterior y, para ello, sería fundamental conseguir algo que parece una obviedad pero que nos hiere profundamente en nuestra alma regional cada vez que lo observamos. Se trata de las televisiones nacionales y sus conexiones con el Levante español. El miércoles, cuando en el informativo de la 5 pusieron unas imágenes de la nieve cayendo con la maravillosa fachada de la catedral de Murcia al fondo, casi se me saltaron las lágrimas. Murcia estaba allí, ¡en un telediario! ¡Pero si eso nunca ocurre a no ser que haya un crimen gordo por estos andurriales! Bueno, hay que reconocer que también salimos cuando alguien ha robado algo, o cuando hay uno que ha prevaricado, o dos, o tres.

A menudo, cuando en esos telediarios se habla del clima tan estupendo que disfrutamos por el este de España, se conecta con Benidorm y sale un payo, o una paya, hablando de la temperatura del agua, de que los hoteles están al 90% de ocupación y, detrás, un montón de gente enseñando las magras tendidos al sol, que qué gusto da ver a tanta gente enseñando las magras. De ahí suelen saltar a otra conexión con Málaga, donde la ocupación está al 93,5%, y ya lo de las magras del fondo es un océano de carne turgente que les produce a los televidentes unas ganas irrefrenables de salir corriendo hacia la Costa del Sol. Pero a Murcia se la saltan, jolines que si se la saltan, cuando aquí tenemos el mismo clima y de magras andamos pero que muy bien dotados.

Para qué les voy a hablar a ustedes del espacio de El Tiempo en la tele. Lo normal es que el/la presentador/a tape a Murcia con el culo. Si yo fuera el responsable de Turismo de esta Región lo primero que haría es hablar con las televisiones nacionales y preguntarles cuánto hay que pagar para que nos nombren y para que conecten con nosotros con la playa al fondo. Y si hay que pagar, se paga.

Lo de 'Murcia Sacra', que es una cosa que nuestros próceres han presentado en Fitur, me parece una gran idea, porque ahí están Caravaca, las procesiones de Semana Santa de Cartagena, Murcia y Lorca, además de otras más sencillas pero preciosas, y muchos más santos e iglesias. Lo de que Santiago llegó a España por Cartagena tiene a muchos historiadores en contra, pero, oye, hay otras cosas que están menos claras históricamente y ahí andan. Miren lo de El Prepucio Divino, que hay tres santuarios en el mundo donde se venera el prepucio que le cortaron a Jesús, y vete tú a saber cuál es el auténtico y de quiénes son los otros dos. Y vuelvo al principio, al turismo local, a que también hace falta que promocionemos el conocimiento de la Región de Murcia por sus propios habitantes con recorridos que pueden duran un día y que son realmente bellos. A los cartageneros les recomiendo El Calar de la Santa, a los jumillanos Águilas y sus costas, a los de Mazarrón Archena y sus rutas interiores, a los de La Manga y Cabo de Palos el valle de Ricote. Se puede uno creer, cuando hace estas excursiones, que está en otro punto de España, tal es la variedad y la belleza que tenemos por estas tierras.