En este primer lunes de 2017 quiero expresar algunos deseos. Soy bastante iluso, pero no pierdo la fe en las personas aun sabiendo que ´los deseos, deseos son´ y ahí se quedan.

Deseo, en primer lugar, que todas las familias afectadas por las recientes lluvias y que han perdido gran parte de sus enseres, casas incluidas, sean rápidamente asistidas y puedan recuperarse lo antes posible. Que la misma rapidez con que los políticos y responsables de turno se han hecho las fotos correspondientes asista a todos para normalizar, en la medida de lo posible, sus vidas.

Mi segundo deseo, algo que todos los años pido, es que en algún momento reviertan al Estado, o sea al Gobierno de España, ciertas competencias que las Comunidades autónomas tienen asignadas. Particularmente nunca me ha gustado la forma y manera como está diseñada España. Las competencias de las que hablo son Educación y Sanidad. Soy de los que creo en un sistema de enseñanza único para todo el territorio nacional, añadiendo o resaltando aquellas características diferenciales que a cada autonomía correspondan. De la Sanidad opino lo mismo: un solo sistema sanitario que me asegure, sin sobresaltos, la asistencia de salud allí donde esté y que cuando nos movamos por el suelo patrio no tengamos la desazón de qué ocurrirá si nos ponemos enfermos fuera de nuestro territorio habitual. Un sistema en el que todo estuviese perfectamente documentado y pudiéramos ver nuestro último análisis de orina, por ejemplo, tanto en la Comunidad murciana como en la catalana o extremeña.

Al Mar Menor también lo incluyo entre mis deseos. Todos los veranos, y cada vez más, cuando no es verano, nos lamentamos del mal estado en el que se encuentra. Declaración va y declaración viene, foto va y foto viene, queja va y queja viene, pero ´la laguna´ sigue igual. Lo curioso es que hace muchos, muchos años, más de los que la mayoría recordamos, este lamento ya estaba en boca de todos. ¿Hasta cuándo seguirán chocando intereses?

Hace, he perdido la cuenta, muchos años que me pregunto cuándo los políticos españoles se revestirán de una ética personal y dejarán de engañar y de reírse del común de los mortales. Pues engaño es que mareen la perdiz con, por ejemplo, el salario mínimo interprofesional y día si y día no, en que digan que si es o no pertinente subirlo. Salario mínimo que es uno de los más bajos de toda la Unión Europea.

Fundamentalmente me dirijo a sus señorías, diputados y senadores, que son, en definitiva, quienes han de decidir sobre vida y hacienda de los súbditos españoles. Les pediría que hicieran lo que un empresario que ha estado viviendo durante un tiempo con el sueldo que pagaba a sus empleados y al comprobar que no llegaba a final de mes, les ha subido la paga. Eso tendría que hacer aquellos a los que la fuerza se les va por la boca. Podrían vivir con el que se supone que va a ser el SIP para este año, de 707,60 euros, y ver si llegan o no a subsistir cada mes. Pero curiosamente, en cuestión de ´perras´ no hay signo político, da lo mismo que sea de izquierda o de derecha, de ultraizquierda o de ultraderecha, más populista o menos populista, da lo mismo. Algunos datos: Las señorías que son de fuera de Madrid, ingresan mensualmente un plus aparte del sueldo, de 1823,26 euros (para cubrir gastos por los días que tienen que estar en la capital) pero, es que los que viven in situ también reciben una dieta de 870,56 euros, exenta de tributación. Incluso hay bastantes señorías que teniendo casa o casas en Madrid, también la perciben, entre ellos, cómo no, don Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda. Deseos, deseos son.

Hay muchos más. Pero para completar mi espacio voy a dirigirme al señor ministro de Asuntos Exteriores, don Alfonso Dastis Quecedo. Ha asegurado que los jóvenes que han salido de España a estudiar o a buscar trabajo como consecuencia de la crisis muestran «inquietud, amplitud de miras y adaptabilidad a nuevos horizontes; ir fuera enriquece». Yo añado: «Y dos huevos duros». Una vez más pregunto ¿en qué academia se forman estos elementos? ¿Por qué no dejan de decir tonterías? No tiene ni idea, el ministro, de lo que supone que un joven, sin duda muchísimo más preparado que él, tenga que poner sus conocimientos al servicio de otro país. No tiene ni idea de lo que supone para una familia tener un hijo o una hija fuera. Una cosa es salir por gusto y otra hacerlo para no morirse de asco, vital y mental, entre tanto mediocre.

País, qué país. Deseos, deseos son.