Me apetece aprovechar este espacio para hablar de fútbol, para hablar del equipo de mi ciudad. Siendo sinceros pocas cosas se le pueden reprochar a este Fútbol Club Cartagena, punta de lanza de un grupo IV aún pendiente de despertar. El Real Murcia ya se despereza y parece que luchará por los puestos de ascenso en la segunda vuelta; la llegada de Moro Martín despeja el futuro grana. Al menos eso se intuye. Y el Mérida, otro candidato, no deja de sumar desde el aterrizaje de Eloy Jiménez. Mientras, el Marbella, en picado, aprovecha la situación y de momento sigue subido al segundo escalón. Y el Cartagena lleva el mando de la tropa después de graduarse hace una semana en Jumilla. Nadie había ganado allí y lo logró el equipo de Monteagudo, envuelto en la positividad que traen los buenos resultados. Con ese ambiente alrededor, en el que todo sale hasta en los peores días, actualmente es difícil que alguien tosa a este equipo, que alguien le pueda reñir el preciado oro del liderato. Bien lo merece el conjunto albinegro, que era claro favorito en la teoría y lo ha demostrado en la práctica, con una regularidad a tener en cuenta: 11 victorias en 17 jornadas, tercer máximo goleador y segundo equipo menos goleado. Queda mucho camino por delante, seguro que algunos tramos en pendiente, pero este Cartagena, ejemplar en la gestión, ya hace tiempo que presentó su candidatura al ascenso. El primer paso lo puede dar mañana si gana a la Real Balompédica Linense. El líder de la tropa se puede coronar si suma los tres puntos. Si eso pasa se marchará de vacaciones como campeón de invierno.