Ciudadanos es un partido que, desde su aparición en el panorama político nacional, se ha caracterizado por su defensa de lo español, por su pregonado 'sentido de Estado', del que sus dirigentes nos hablan un día sí y otro también. Y esas señas de identidad les han aportado una cierta admiración por parte de mucha gente, incluidos algunos que no les votan. Y ahora, Ciudadanos, nos sorprende diciéndonos que no quiere que España envíe representación de primer nivel al funeral de Fidel Castro porque, al parecer, el partido de Rivera señala «la condición de dictador del fallecido dirigente cubano» y pretende que el Gobierno español se limite a mandar alguien de segunda fila, como por ejemplo «un secretario de Estado», tal y como refleja en una pregunta al Gobierno registrada el pasado lunes en el Congreso, donde pide que se confirme la noticia aparecida «en diversos medios de comunicación» sobre que el rey emérito, Juan Carlos I, viajará hasta Cuba para asistir a las exequias porque, «la condición de dictador de ese país del mencionado dirigente político cubano, su responsabilidad durante casi sesenta años en la represión de su propio pueblo, la conculcación de sus libertades y la negación de un desarrollo económico que permita vivir dignamente a la mayoría de su pueblo y el masivo exilio que ha generado» son motivos suficientes, nos dicen, para 'modular' la representación de España en el acto. Por esto, los dirigentes de ese partido entienden que el Ejecutivo ha de adoptar un perfil bajo ante el acontecimiento.

Y echo en falta ese sentido de Estado al que me refería antes porque, en un país como Cuba, donde están a la espera de su normalización democrática muchos Estados de todos los continentes, sobre todo para invertir en tantas cosas, no es necesario decir que la presencia de España, al más alto nivel, es necesaria porque no estamos hablando solo de Fidel Castro, y quien lo vea solamente así es muy torpe. Estamos hablando de intereses nacionales en un país de tan profunda unión con España, a lo largo de los siglos. No, no estoy hablando de un Estado más, hablo de Cuba, que registra 500.ooo canarios de primera generación, donde se habla de la misma manera, donde en los dos lugares se llama 'guagua' al autobús, donde la música está impregnada del rico folklore canario, entre otras cosas. Por eso digo que es esa Cuba por la que el mismo Fraga Iribarne declaraba su respeto fomentando la amistad con Fidel Castro y recordando a un padre que, junto con miles de gallegos, había emigrado a una tierra que entonces era prometida. Jamás un partido, y menos un partido conservador, osaría en Gran Bretaña proponer un desaire a uno de los países en los que estuvieron presentes hace siglos, porque allí dejaron su cultura, su forma de hablar y de ser.

Los españoles deberíamos tener hacia los pueblos de habla castellana el mismo respeto que los países de habla inglesa y francesa han sabido conservar hacia sus antiguas colonias, porque si Francia e Inglaterra dejaran de tener presencia en los países que colonizaron hace años, en función del comportamiento demócrata de los que hoy les gobiernan, no estarían presenten en ninguno, pero están en todos. Porque es lo que hay que hacer, porque Cuba cuenta con una importante presencia de empresarios españoles dedicados al turismo, porque esa tierra necesitará de muchas cosas no pasando mucho tiempo, y no podemos dejar que otros ocupen ese lugar, y porque la asistencia de don Juan Carlos vendrá muy bien para la imagen de España y para las empresas españoles.

No, no puedo entender que un partido como Ciudadanos, que tanto pregona el sentido común, haga ostentación de ausencia del mismo justificándose en que Fidel Castro era un dictador. Claro que sí, pero no hablamos de eso. Fidel Castro ya es historia, y los políticos con sentido de Estado han de ser sensibles a ciertas cosas.