El PP de Archena, uno de los pocos que puede gobernar sin tener que pasar por el aro de Ciudadanos, celebró el pasado viernes su tradicional jornada de convivencia, que siempre suele llevar a cabo cuando entra el invierno y que en años anteriores ha contado con invitados como José María Aznar. En esta ocasión, a falta de dirigentes nacionales, ocupados con el arranque del Gobierno y apenados por el fallecimiento de Rita Barberá, la alcaldesa Patricia Fernández estuvo acompañada por una nutrida representación de importantes cargos del PP regional, con el alcalde José Ballesta a la cabeza. No fue a la cena Pedro Antonio Sánchez, quien prefirió asistir a la cena anual de antiguos alumnos de la Escuela de Negocios. Patricia, muy apreciada por Valcárcel (tampoco fue a la cita), es también diputada regional y, por tanto, una de las que más posiblidades tendría, quizás la que más, de sustituir a PAS en el caso de que se vea forzado a dimitir por motivos judiciales. De ahí que cada vez le vayan saliendo más amigos.

El GPS de Sánchez no encuentra Murcia

Como dijo que haría el día en el que, entre lágrimas, renunció a su escaño para evitar abstenerse en la investidura de Rajoy, Pedro Sánchez arrancó su coche y se fue este pasado fin de semana a Valencia para iniciar su quijotesca tarea de reconquistar Ferraz. Sin embargo, parece que el GPS del exlíder socialista todavía no halla la ubicación de Murcia, región que, todo hay que decirlo, visitó más que ningún otro secretario general del PSOE en sus dos años al frente del partido. Puede que venga a la tierra de su abuelo más adelante. Si lo hiciera ahora le sería difícil tener a su lado a su amiga y colaboradora en la Región, María González Veracruz, que está a punto de dar a luz. Lo cierto es que, conforme pasa el tiempo, el aladid del ‘No es no’ va perdiendo fuerza, sobre todo tras ver que su compañero de baile en los mítines, Miquel Iceta, no le hace tantos ascos ahora a las sevillanas.

De bien nacidos...

Hace ya un par de años que mi madre no me da consejos de madre, pues una enfermedad del demonio le ha arrancado las palabras de la boca. Pero si me pudiera hablar, me diría que es de buenas personas ser agradecido con quienes, en algún momento de su vida, se portaron bien con uno. Llevo 13 años en este mundo de la canallesca, que a mí se me han hecho como 130, así que imaginen la cantidad de alegrías y penas que he podido vivir desde que un día de julio de 2003 accedí por primera vez a este edificio acristalado de la entrada norte de Murcia, donde nunca pensé que me aguantarían tantos años. Si sigo aquí después de todo este tiempo es, en buena parte, por Paloma, Baldo, José Ángel y Javier. Así que, por todo lo vivido, muchas gracias y mucha suerte.