No te lo vas a creer, pero hay quien se ha molestado con eso de ver a la consejera de Cultura en las actividades religiosas de protesta contra el musical de Mongolia. Alguno que otro está dando el follón aquí y allá y diciendo que esperaban que saliera a defender la libertad de expresión en los escenarios de la Región, o al menos que se quedara en su casa. Yo es que me meo.

Mirad, mindundis, esto es muy sencillo. Vamo a calmarno, que os lo voy a explicar. Ante un cargo político del PP murciano se pueden presentar tres clases de asuntos, no hay más. La primera clase es la de las cosas sagrás. La segunda, la de las que van a misa y vuelven. Y la tercera, por fin, la de la furufalla. La furufalla tiene sus usos, eh, no os creáis. Vale de pienso para progres. También, para el suelo de la cuadra. Para brindar con ella al sol y, cómo no, para encender / avivar fuegos. Pero no deja de ser furufalla, vamos, que eso y ná es lo mismo. ¿Estamos?

Pero entonces, ¿la libertad de expresión en qué categoría entra?

Remansa. Remansa, progre, que me cabreo. La libertad de expresión, así en general, no existe. No es que no exista, es que me faltan datos. Te devuelvo la instancia porque me tienes que rellenar aquí, aquí y aquí. Porque vamos a ver, ¿de quién es esa libertad de expresión que me estás mentando? Te pongo ejemplos. Si te refieres a la libertad de expresión de un grupo de franquistas para celebrar una misa por José Antonio en la iglesia de la Caridad, ésa es del grupo A. Si te refieres a la de Felipe y Cebrián, ésa es del grupo B. Titiriteros, gentes del teatro, feministas en suje, tuiteros y demás broza van en el epígrafe C. C de 'cuidao', de 'cárcel' y de 'Capisci'. ¿Capisci?

No. No entiendo nada. La libertad de expresión no puede estar supeditada a los inte

A mí no me uses palabras raras, primo. Yo te digo lo que hay. El que ha preguntado por la agenda de la consejera eres tú. Que siempre te estás ofendiendo. Te ofendías por PAC, te ofendías por PAS y ahora te ofendes por NÁ. Pues no te queda a ti ná, primo, por ver y oír. Y por callar.