El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comienza a cumplir con los barones socialistas que mandan en varias comunidades autónomas luego de que el grupo parlamentario socialista en el Congreso le permitiera, con su abstención, seguir viviendo en el Palacio de la Moncloa. El mandatario popular acaba de asumir que el Ejecutivo nacional tiene que ser flexible con el déficit exigible a las comunidades, justo lo contrario de lo que defendía en estos últimos cuatro años, no hay nada como perder una mayoría absoluta para volverse compresivo. Incluso, Rajoy ha dejado entrever que deberá ser el Estado (creo que el Estado también somos todos) el que se apriete más el cinturón en beneficio de los gobiernos autonómicos, algo que ha emocionado en provincias. Aunque aún no es oficial, el ministerio de Hacienda podría plantear al próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera que el déficit para 2017 se eleve al 0,5% del PIB, lo que supone que el Gobierno de Pedro Antonio Sánchez podrá gastar más dinero el próximo ejercicio. Unas primeras estimaciones hablan de que el año comenzaría con 60 millones de euros más para invertir que podrían llegar a ser 150 millones una vez cerradas las cuentas reales y pactados los presupuestos con la oposición (en realidad serán los diputados de Ciudadanos los que, una vez vuelvan a la mesa de negociación de la que se levantaron esta semana -el circo no solo está en el Congreso, en Murcia también sabemos dar espectáculo- ayuden a sacar adelante los números de la Comunidad). Así que podemos imaginar cómo está el consejero de Hacienda, Andrés Carrillo, y todos sus compañeros. Entonces, ¿ha terminado la crisis económica que nos ha tenido ahogados tantos años ya? Rajoy dijo, también esta semana, que el próximo verano podremos dar por finalizada esta etapa negra. Ojalá no se equivoque, pero creo que aún hay millones de personas que lo están pasado muy mal y demasiadas cifras negativas como para echar las campanas al vuelo.

Primer nombre para presidir el Consejo Social de la Universidad de Murcia. Mientras que el flamante nuevo diputado nacional del PP Javier Ruano cierra su despacho de la presidencia del Consejo Social de la Universidad de Murcia y prepara sus maletas para estar más tiempo en Madrid (ya saben que el banquillo de los populares se ha movido después de que el ministro De Guindos haya vuelto a fichar a Juan María Vázquez como secretario general de Ciencia e Innovación para el ministerio de Economía y Competitividad. Todos, menos él, sabíamos que Vázquez volvía al Gobierno de Madrid), decía que mientras Ruano recoge su despacho, comienzan a surgir los primeros nombres para ocupar su vacante de la UMU. Uno de los primeros en conocerse es el de Juan Pérez Gil, empresario lorquino, primer presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de la Región de Murcia y persona apreciada en el mundo empresarial. Apuntado queda su nombre.