El acierto y el éxito más importante que podría apuntarse el nuevo Gobierno que inicia su andadura sería la imposición inmediata y obligatoria de la conciliación laboral en las empresas y en las Administraciones.

Vivimos en una situación absurda. Millones de personas trabajan todos los días en España hasta las tantas de la tarde-noche. No tienen tiempo para vivir para sí mismos, para su familia, para atender la educación de los hijos, para hacer las compras necesarias para subsistir, para mantener las amistades, el amor o tener sencillamente hijos. Son un ejercito de 'zombis' que se levantan al amanecer, que están en sus puestos de trabajo, más bien cansados y desilusionados, para volver muy tarde a sus casas, para cenar y acostarse a dormir, porque hay que levantarse al día siguiente. Esto y la esclavitud es, más o menos, lo mismo. Y además, como se demuestra en el resto de países, no hay mayor productividad en las empresas. No vale para nada. Solo para endurecer la calidad de vida y consumir más energía.

Que no nos extrañe, que la gente se tire al monte. De lo que estamos hablando no es ya la pérdida de un derecho como tantos hay, que puede ser violado en mayor o menor manera. No. Es sencillamente la vida misma, o sea, todos los derechos que se relacionan con la vida.

Hasta hace poco tiempo, cuando el hombre era el único que trabajaba, se podía mantener, de mala manera, un horario como el actual, pero con la llegada y el acceso de la mujer al trabajo, ya es completamente imposible. Ya no es el hombre, el esclavizado por el horario laboral, ahora son los dos.

Los daños directos son muchos y muy variados, pero no tener los hijos que desearían tener y a la edad que desearan es uno de los derechos violados con mayor intensidad. Es verdaderamente irrisorio y falaz que algunas empresas hayan iniciado campañas entre sus trabajadoras para que congelen sus óvulos. Quizá lo hagan, para que cuando se jubilen o las despidan, o sean abuelas, entonces tengan la oportunidad de ser madres.

¿Es que los únicos problemas que tenemos, son los que nos preguntan en las encuestas? ¿No podrían preguntar algo como dígame lo que más le preocupa fuera de la lista de cuestiones que le planteamos? Seguro, que saldría, como problema más importante, el de la conciliación laboral.

Lo inteligente, la medida que serviría para ganarse la empatía de los votantes, ya sea propuesta por un Gobierno de derechas o de izquierdas, la medida más social y justa, lo que haría que España creciera demográficamente y que fuera más feliz, sería la inmediata puesta en marcha de la conciliación laboral.

Por favor, hagan lo que es de justicia y de sentido común.