En singular y en plural conectando sin cesar, en todo tiempo y lugar con gente conocida o desconocida, cercana o lejana. «Mi móvil, mi mundo», inmovilizando cada vez más el tú a tú del trato directo y personal que es lo que realmente nos ayuda a cuidar las relaciones familiares y sociales. El abuso de las redes sociales, que paso de enumerar, ningunea a la persona hasta el extremo de aislarla en una inmensa soledad rodeada de miles de seguidores y amigos. Extraña paradoja recubierta de silencio, vibración o un sinfín de sonidos que irrumpen e interrumpen la vida misma con total impunidad. El móvil ha pasado a ser un elemento imprescindible en la sociedad actual porque además de medio eficacísimo de comunicación, es un manejable instrumento de trabajo y consulta, distracción e incluso portal de cultura. Todo tan a mano que 'enredarse', en el sentido literal de la palabra, nos puede llevar a quedar atrapados en la Red. Cuestión incuestionable que precisa de una clara respuesta individual forjada de entendimiento y voluntad en el amplio margen de la libertad personal. Esta es la tesitura en que podemos encontrarnos o perdernos.
Mientras tanto, me gusta pensar en otros móviles de nuestra vida. En aquello que nos mueve a ser o actuar de una manera determinada. En las fechas que nos encontramos, la muerte no deja de tener un precio que no saldan los haberes materiales que hayamos podido acumular. Antes, después y mientras tanto. Ser o no ser, realmente, eterna cuestión. Más que los muertos vivientes, fantasmagóricos y festivos, creo que es interesante considerar la grandeza de la vida de tantas personas que murieron pero dejaron una huella indeleble abriendo caminos de felicidad, compartida por todos los santos sí, también por personas que quizás no estén en los altares pero que han dejado un gran legado de bondad, en el sentido de hacer en cada momento lo que hay que hacer. Creo que todos podemos dedicar un poco de nuestro tiempo para recordar tanto bueno y ¿por qué no?... seguir su ejemplo.
Mi móvil, tu móvil, su móvil. Apagar y encender. Conectar. Esa es la cuestión.