Existe un grupo político que defiende la igualdad real y legal de todos los españoles, y es UPyD.

No puedo dejar de observar en las últimas noticias que determinados individuos, acompañados y auspiciados por las declaraciones y silencios de ciertos grupos políticos, demandan la creación de la Provincia de Cartagena llegando incluso a proferir amenazas de irse a esta o aquella otra región para que sus caprichos sean atendidos. Piensen lo que supondría la creación de una Comunidad Autónoma biprovincial con el consiguiente incremento de cargos políticos, asesores, personal laboral, edificios para albergar sedes, etc., es decir, multiplicaríamos no sólo unos gastos a los que a día de hoy no podemos hacer frente (la CARM tiene una deuda pública de unos 8.159 millones de euros a fecha del segundo trimestre de 2.016), sino también las posibilidades de nuestros gobernantes para seguir esquilmando los bolsillos de los murcianos impunemente (me vienen a la cabeza mil pensamientos impuros en torno a lo que esos ´asesores´ nombrados por los numerosísimos nuevos cargos institucionales podrían llegar a cobrar por hacer, o, más bien, por no hacer). ¿Es necesario que una Comunidad como la nuestra, que no llega al millón y medio de habitantes, tenga dos provincias? Baste decir que la provincia de Alicante (no la Comunidad Valenciana) tiene más de un 1.800.000 habitantes. A buen entendedor€

Pero no sólo se detengan en la cuestión de la posibilidad económica de llevar a cabo tan magna empresa (leen bien, empresa, ya que, al final, todo se reduce al oculto interés de unos pocos por obtener rendimientos económicos) y las probabilidades de ´aprovechamiento´ de esos hipotéticos y futuros nuevos dirigentes. Vayan un poco más allá, trasládense a la primigenia idea de igualdad entre españoles. ¿Por qué Cartagena habría de ser una provincia y no Lorca o Cieza, por poner ejemplos? En estos días en los que tanto atacamos el proceso soberanista catalán, resulta que nos encontramos inmersos en pleno proceso soberanista cartagenero (o cantonal, según a quién le pregunten). Basta ya de egoísmos, de amenazas, de intereses ocultos, de subterfugios y cortinas de humo con las que engañar a la gente, de generar crispación, división y desidia en la población.

Siempre se ha dicho que la unión hace la fuerza, pero en Murcia, y en España, no parecemos entender ese mensaje tan sencillo. No tiene sentido que, mientras a nivel europeo se centran todos los esfuerzos en tratar de aunar territorios y países (la finalista idea de la Unión Europea), en nuestra querida España, ya no sólo a nivel nacional, sino también regional, nos enfrasquemos en tratar de hacer porciones más pequeñas de nuestro jugoso pastel, las cuales dividamos y subdividamos hasta el infinito, hasta que un día nos demos cuenta de que sólo quedan las migajas y, en ese momento, veamos como esos pájaros que nos convencieron para meternos en ese embrollo salen volando con ellas, dejándonos sin nada.

Don Javier Orrico, en su columna del pasado 28 de octubre en La Opinión (en el que mostraba una línea coincidente con lo aquí manifestado) planteaba que «lo que se debate en el asunto cartagenero (y lo que da cuenta del lamentable estado intelectual de nuestra clase política es que nadie lo haya planteado nunca) es la ciudadanía frente a la identidad. Es decir, la igualdad legal frente a la invención romántica». Sólo corregiré al susodicho en la apuntada reflexión, y es que, aunque parezca una utopía, sí que existe un grupo político que defiende la igualdad real y legal de todos los españoles, y es que en UPyD estamos tan locos que hemos llegado a plantear ideas tan disparatadas como la supresión del concierto económico del País Vasco en el mismísimo Parlamento de esa Comunidad.

Por eso, sólo podemos oponernos, rotunda y absolutamente a la creación de una Comunidad biprovincial, pues, al fin y al cabo, estamos hartos de que nuestros gobernantes estafen a la población con castillos en el aire de los que luego nos caemos todos mientras ellos salen volando, los pájaros a los que anteriormente me refería.