En el preámbulo del PHN de 1993 (Plan Borrell) se lee: «Hoy en día existen conocimientos científicos suficientes para permitir la construcción metódica de una planificación hidráulica, segura en sus fundamentos, coherente en sus soluciones, deductiva y lógica en su método de ejecución». El ministro Borrell mantenía por aquel entonces que «la política hidráulica se enmarca en períodos de cuartos de siglo, a fin de que esté a cubierto de los bandazos coyunturales de procedencia social, económica o política». Y, sin embargo, sólo doce años después, tal planificación hidráulica se diluyó por razones políticas territoriales, especialmente sometidas al independentismo catalán, por cuestiones interesadas con base en el ecologismo más radical y, sin apuros, argumentando cuestiones científicas y técnicas de difícil asunción. Aun así, ante lo inexplicable de Borrell, si fuera capaz de recomponer al PSOE, a España bien le vendría.