Los abuelos están para dar cariño, echar una mano de vez en cuando, y pasar un buen rato con sus nietos. Los abuelos son una deliciosa mezcla de risas, historias y amor. En definitiva, una segunda oportunidad que nos da la vida para hacerlo mejor. Y con estas premisas, no es extraño que la conexión abuelos/nietos llegue incluso hasta el mismísimo Tribunal Supremo, para decidir si la hostilidad de aquéllos con los padres de los nietos impide o no que éstos estén con sus abuelos. Y es precisamente por esa relación tan especial que existe entre ellos como puede llegarse a entender la sentencia de la Sala de lo Civil del Alto Tribunal de fecha 20 de septiembre de este año, donde es ponente un magistrado murciano, que ha reconocido el derecho a una abuela a visitar a sus dos nietas, pese a la oposición de su hija y yerno, a pesar de haber denunciado a éste por supuestos abusos sexuales a las menores. Denuncia que fue archivada. Es decir, denuncia a su yerno por abusar sexualmente de sus nietas y no era verdad o no se pudo demostrar. No la desenfundes sin razón ni la enfundes sin honor, dice nuestro refranero, y más en este caso concreto tan delicado y familiar.

Cuando la abuela denunciante quiso ver a sus nietas, con toda lógica el yerno y su propia hija le dijeron que nanai. Acudió la abuela a los tribunales de Justicia, demandando que se le concediera su derecho a visitar a las nietas. El juzgado rechazó tal pretensión por tres razones: como consecuencia del grave enfrentamiento familiar; porque la abuela podía seguir creyendo que había abusos sexuales, y puesto que llevaban cuatro años sin verse abuela y nietos (dos niñas y un niño). Recurrida la sentencia, la Audiencia Provincial de Valencia, en cambio, concedió a la abuela un régimen de visitas para todos los primeros sábados de cada mes, durante dos horas, en el punto de encuentro familiar, con la obligación de que se realizase un informe a los seis meses sobre la conveniencia o no de seguir ese régimen de visitas. Finalmente, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia porque tras el informe psicosocial, no puede entenderse que la reanudación de una mínima relación entre abuela y nietos pueda estimarse en principio perjudicial para los menores, sino todo lo contrario, sin perjuicio del necesario control sobre la evolución de la nueva situación.

Uno, que es abuelo y sabe muy bien lo que es el amor a los nietos, sin embargo en este caso me posiciono a favor de la sentencia del juzgado. Oiga, que es muy fuerte que te obliguen a dejar a tus hijos, aunque solamente sea dos horas al mes, con una persona que te ha acusado ante un juez de abusar sexualmente de tus hijas, cuando no es cierto. Imagino el dolor de tripas del yerno e incluso de la propia hija que está al lado de su marido en este asunto, cada primer sábado de mes, cuando tengan que obedecer la orden judicial. Seguro que entonces estarán pensando por qué no habremos nacido en Cataluña y nos hacemos de esa parte de los nacionalistas que no reconocen nada de nada y así no acatar lo que el Poder Judicial del Estado español, resuelve en nombre de Su Majestad el Rey porque quiero ser independiente y republicano.

En fin, en cuestiones de sentimientos es muy difícil que el Derecho las resuelva siempre a gusto de todos.