«Ya he subido a Facebook lo de los robos en el pueblo. No puede ser que cada dos por tres rompan los cristales y se lleven las radios de todos los coches que hay aparcados ni que entren en casas a robar mientras los propietarios están fuera, eso es que los vigilan. Yo muchas veces he visto a personajes sospechosos controlando. Por eso he puesto una foto del destrozo en el 'face'. Hay que luchar...». Estas palabras las he oído en varias ocasiones de un 'batallador' vecino de una pedanía murciana. Incluso, una vez me dijo que desde su ventana había visto «a un chico rompiendo el cristal de una furgoneta y salir corriendo con algo que había cogido». Cada vez que me lo comenta le hago la misma pregunta, además de subir las fotos y contarlo en las redes sociales, ¿has tomado alguna otra medida, como denunciarlo a la Policía o avisar a los vecinos para que tengan cuidado? Su respuesta siempre es la misma: «No, no, yo no quiero problemas. Yo lo subo a las redes sociales, porque hay que hacer algo. Hay que luchar...». En otra ocasión, alguien a quien habían atracado y golpeado me dijo que la agresión la vio un señor, que le dio su apoyo y consideraba injusto lo que le habían hecho, pero que no quiso ofrecerse como testigo para el juicio, «por no tener problemas». Nunca entenderé a los justicieros de salón.