Parece un hecho común de algún tiempo a esta parte, que los creadores, en las distintas artes, desde la literatura hasta las últimas tendencias visuales, que son ciento y más, ofrezcamos nuestra labor a fin de recaudar fondos para alguna causa urgente. El tifón Mathew, de Haití, en este Octubre de 2016, cuyos efectos son de todos conocidos, cuando aún no se han restañado las heridas del terremoto habido años atrás, nos brinda de nuevo la ocasión. La solidaridad siempre tiene su oportunidad. La naturaleza, aunque también el mismo ser humano, están al acecho (parece) para castigar la felicidad humana, si es que la hubiera.

Yo brindo mi idea. Ahí va. Propongo que los escritores donemos ejemplares de nuestros libros, de esos que todos tenemos en casa, y que vamos regalando según las ocasiones, a quienes pensamos se lo merecen, para que los artistas gráficos, en cualquier modalidad, ilustren esas páginas iniciales de títulos y créditos o dedicatorias impresas, con la técnica que gustaren, dibujo, acuarela, grafismo€ Y, una vez ya de esa guisa, sacarlos a la venta. Si todo se hace in situ, supongo que el comprador será más proclive a la compra de un objeto que es, a la vez, literario y pictórico. Pero da igual, sea cual fuere la manera de proceder, ahí estará el libro, esperando el bolsillo generoso que, no tanto paga la obra de arte, como contribuye a la solidaridad con Haití.

Por eso, el precio no ha de ser el común de un libro sin más. Ha de llevar el plus que marca la solidaridad con la causa. No es un acto comercial; es un acto de solidaridad. La caridad, siempre respetable y necesaria, es otra cosa.

La empresa ya ha iniciado su andadura, en clave de germen. Esperamos que se unan artistas, gráficos y literarios, para mover a la ciudadanía de esta región, a sentir como obligación cívica la solidaridad con los afligidos. Y esperamos también la colaboración de los medios, que consideramos empezada por la publicación de este artículo que marca el segundo paso, tras su inicio de intenciones, hasta llegar a su culminación, ya diremos dónde y cómo.

Animaos, artistas. ¡Por Haití!