La trayectoria de María González Veracruz en el PSOE era un camino de rosas, nunca mejor dicho. Hasta ahora. A la murciana le han puesto dos velas negras en un patio de Sevilla, que diría el poeta. Susana Díaz y sus secuaces creen que la diputada, que ha sido responsable de Redes en el equipo de Pedro Sánchez, es la instigadora de un grupo de beligerantes tuiteros que durante el verano ´cosieron´ a insultos a la baronesa andaluza, al extremeño Fernández Vara y a todo el que insinuara que era mejor abstenerse para que gobernara Rajoy que formar un Gobierno Frankenstein con tropecientos partidos. Por lo que conozco a María, esto no me cuadra con su estilo, aunque he de reconocer que ya me sorprenden pocas cosas. Por ahora, uno de sus colaboradores en Ferraz, el ceheginero Rafa Oñate, se ha escapado de la escabechina que los nuevos gestores han perpretado entre los empleados de confianza del Guapo. Pero poco tardaron en echarle los perros en algunos medios de comunicación. Todo un detalle con una mujer que está en avanzado estado de gestación. Una práctica ´chavista´ de los que precisamente critican la podemización del PSOE.