El pasado mes de diciembre me comí yo solito una caja de dulces navideños. Mantecados, roscos de vino€ ¡Un vicio! Cuando vine a darme cuenta, había cogido cinco kilos que, ahora que volvemos a ver la Navidad asomando por el horizonte, aún no he podido soltar. Así que hace quince días puse en marcha un plan para desprenderme de ellos, sin abandonar la ingesta de cerveza, embutidos y pasteles de carne€: salir todas las noches a andar con mi legítima por las calles del barrio. Un dos, un dos, un dos€ ¿Habéis visto hacer deporte a Rajoy? Pues un paso parecido al del eterno presidente en funciones es el que llevo yo€ Pero hoy, tras quince jornadas de lucha, he hecho balance: unas zapatillas de deporte reventadas y, según la puta báscula, ni un gramo de peso perdido€