Con los ojos de dos de mis escritoras favoritas, he hecho este verano varios viajes. He estado en la Alemania nazi, en Auschwitz y en Rusia tras la caída de los zares, pero lo he hecho sin moverme de Cartagena guiada por Julia Navarro, quien en su novela Dime quién soy hace un estupendo trabajo de campo sobre esa época trágica de la historia europea. También ella me ha llevado a Palestina y a la pugna con los árabes por los territorios ocupados en Israel con otra de sus obras, Dispara, yo ya estoy muerto. He sentido la desesperación de los judíos por recuperar la tierra de sus antepasados y he vivido con emoción las vidas de sus personajes. También he vivido mis aventuras, pues Matilde Asensi me transportó hasta México con la misión de recuperar el lenguaje de los sonidos en El origen perdido y antes lo hizo hasta la Ciudad Prohibida con Todo bajo el cielo. Han sido unas lecturas apasionantes que les recomiendo si quieren evadirse de lo cotidiano sin salir de casa o escuchando el mar de fondo.