Ahora que está demostrado que votar para que gane un partido político no sirve de nada, resulta que existe un pacto que ni es de la Justicia en general ni ya tampoco sirve para nada, porque al final PP y Ciudadanos no han conseguido que se respete la voluntad popular. Pero por si acaso aún existe una mínima esperanza de que siga adelante ese pacto, creo es importante saber en qué consiste y cuál es su finalidad. Me estoy refiriendo a la forma de designar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial.

Por lo pronto, lo que Ciudadanos quería y que yo alabé, que era esencialmente reducir considerablemente el número de vocales de ese Consejo no se ha llevado al pacto. Siguen siendo veinte los miembros que lo van a componer, solo que de ellos ocho los nombra el Congreso de los Diputados y el Senado, y doce, los son por los propios jueces y magistrados. Actualmente la totalidad de los miembros son seleccionados por una mayoría cualificada de tres quintos en ambas Cámaras.

Con el Pacto, quienes van a mandar son las asociaciones de jueces. A saber, la Profesional de la Magistratura (¿de derechas?), que es la mayoritaria; Jueces para la Democracia (¿de izquierdas?), la segunda con más asociados; y las de Francisco de Vitoria (?) y el Foro Judicial Independiente (?). Y ello porque si tienes que realizar una campaña más o menos exhaustiva para presentar tu programa o ideas (aunque después no las cumplas, que ya no importa, porque no quieres o no puedes), precisas de una serie de ingresos económicos, que salvo que hayas heredado de un prócer pudiente o acudas a un préstamo bancario, no vas a poder con tu sueldo. En cambio, si estás vinculado, se supone que tu asociación te cubrirá los gastos de esa campaña electoral. Y la otra razón por la que mantengo la desigualdad entre estar o no asociado, a efectos de presentarse para ser elegido como vocal del citado Consejo, deviene de los avales que se necesitan para presentarse. Es mucho más fácil que te avalen los miembros de tu asociación que conseguir por tu propia cuenta esos avales individuales.

Sería en mi opinión mucho más igualitario que los miembros del Consejo los eligieran los profesionales del Derecho de cada Comunidad Autónoma entre los candidatos que opten a ser elegidos independientemente de su afiliación asociativa. Los méritos personales no tienen necesariamente que ir parejos a tu cualidad de asociado. Evidentemente las asociaciones de jueces no comparten este criterio. Por el contrario, opinan que es un buen punto de partida hacia una reforma que fortalezca su independencia e imparcialidad. Por cierto, supongo que a estas alturas del artículo, ya han adivinado que no pertenezco a ninguna asociación.

Eso, unido a que sigo pensando que veinte son muchos vocales para el ágil funcionamiento de cualquier órgano colectivo, me inclina a pensar que si ese famoso y efímero pacto se mantiene o reitera en un futuro, podría ser objeto de mejoras sustanciales. Y así nos evitaríamos titulares como los leídos en la prensa últimamente, que no favorecen mucho la independencia judicial: «Los cambios en el Consejo General del Poder Judicial, del Pacto PP-Ciudadanos, escorarán a la derecha». Y añaden, puesto que la mayoría de los magistrados son de corte conservador, y al igual que ocurre con el Consejo Fiscal, se prevé un giro a la derecha.

La mujer del César€.