España demanda un Gobierno ya. Son muchas las razones, los agentes e instituciones, nacionales e internacionales, que lo vienen exigiendo en los últimos meses y, especialmente, en las últimas semanas. Pero, sobre todo, España necesita un Gobierno ya porque nos lo exigen los españoles.

España necesita con urgencia un Gobierno que aborde para su aprobación el techo de gasto y presupuesto 2017, las acciones políticas internacionales, que dé confianza a los inversores, que asegure las políticas sociales, que continúe generando más y mejor empleo€

Murcia también necesita con urgencia que España tenga un Gobierno que pueda comprometerse con facilitar el agua que necesita nuestra agricultura, que nos ayude a recuperar y preservar nuestros recursos naturales, que proponga un nuevo sistema de financiación autonómica o mejore nuestras infraestructuras.

Un Gobierno que, a día de hoy, aún no ha sido posible a pesar de los esfuerzos realizados por el Partido Popular y que se han traducido en acuerdos con UPN, Partido Aragonés, Foro Asturias, Coalición Canaria y Ciudadanos y que han permitido acudir al debate de investidura con 170 diputados convencidos de que el futuro de España pasa por tener ya un gobierno presidido por Mariano Rajoy sujeto al control de una cámara plural como nunca antes había tenido España. Unos pocos votos nos han alejado, de momento, de constituir Gobierno, cerrar esta etapa y comenzar una nueva.

Todos hemos esperado en el último momento una reacción del PSOE, de Pedro Sánchez en particular, y que hubiera permitido que España ya tuviera un gobierno tras más de 300 días en funciones. Esperábamos que transformara su ya popular NO en la abstención que hubiera permitido una investidura. Porque abstenerse no es votar SÍ, ni perder la condición de ser oposición a un Gobierno, más aún cuando el PSOE viene manifestando que no son alternativa como gobierno en esta legislatura. Es tiempo de exigir, es tiempo de acordar y es tiempo de pactar y superar las diferencias, porque así lo han decidido los españoles en las urnas.

Dice Pedro Sánchez que es responsabilidad del candidato Mariano Rajoy encontrar los apoyos necesarios para formar Gobierno. Y es verdad. Pero no es menos cierto que la mano tendida del Partido Popular tiene que encontrarse con otras y el líder de la segunda fuerza política del país no puede ser un mero espectador de un país que empieza a entrar en una situación indeseada que nos va a llevar del crecimiento a la parálisis y de la parálisis a la asfixia.

Pero no ha sido suficiente este análisis compartido por muchos españoles, ni los editoriales de la totalidad de los grandes periódicos nacionales o internacionales como el Financial Times o el New York Times, ni la opinión de los históricos dirigentes del PSOE ni, tan siquiera, la opinión de gran parte desus votantes. Ni España ni los españoles nos merecemos el bloqueo al que este país está sometido en estos momentos.

El Partido Popular ha venido ofreciendo propuestas y soluciones porque así nos lo han pedido los españoles con su voto, como constituir una gran coalición de Gobierno entre PP, PSOE y C´S; o formalizar grandes pactos nacionales que preserven los principios que nos unen; o comprometernos con 100 medidas que aparecían en el acuerdo entre PSOE-C´s. Pero la respuesta siempre ha sido negativa. ¿Por qué no se pueden pactar esas 100 medidas y permitir formar Gobierno? Al PSOE no se le pide que apoye al PP votando sí, sino que ayude a desbloquear esta situación y evitemos unas terceras elecciones.

El reloj de las terceras elecciones se ha puesto en marcha y son 56 días los que nos separan de una próxima convocatoria. Apelamos a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas y especialmente al PSOE para que España no se paralice, para que España no termine asfixiada y para parar el reloj de unos indeseables nuevos comicios.

Probablemente a estas alturas de la semana todo está escrito acerca de la sesión de investidura del candidato a la Presidencia Mariano Rajoy. Una semana que ha abierto, aún más, los ojos de quienes aún no vislumbraban las consecuencias de una investidura fallida e intensifica los indicios que la incertidumbre política empieza a afectar seriamente al crecimiento económico. La solvencia y el prestigio que España había alcanzado con la recuperación económica y que se estaba traduciendo en crecimiento, inversiones y, lo que es más importante, en generación de empleo, empieza a debilitarse por la incapacidad de algunos partidos políticos de entender que ser la alternativa política no pasa por bloquear el país.

Dejemos el pasado, los ajustes de cuentas, y pensemos en el futuro de España y los españoles. El Presidente Mariano Rajoy ha dicho que volverá a intentarlo. Los pactos, los compromisos que ya hay o que puedan existir, van a estar encima de la mesa hasta el último segundo con la irrenunciable decisión de evitar unas indeseables y bochornosas terceras elecciones. Porque lo contrario sería muy malo para España. Yo confío que con la voluntad de todos lo conseguiremos por el bien de Murcia y por el bien de España.