Viéndola presidir el Congreso no me queda más que desearle suerte, que quizás la necesite, y felicitarla porque si la ministra popular se hubiese dedicado al atletismo, sin dudahabría sido una fantástica corredora de obstáculos. Estarmos de acuerdo en que, a estas alturas de la batalla, no encontrar en un político de toda la vida ni un resbalón tiene su mérito. Pensé en cuánto la vamos a echar de menos los murcianos. Sólo ella se ha interesado por el estado de los raíles del Ave a la altura de Beniel. Dos viajes, dos, dio la señora hasta la estación benielense. Señora presidenta del Congreso: ¡No nos desampare! ¡Siga siendo nuestra Pastor-a!