Conocí a Pedro Antonio Sánchez, PAS en siglas, hace ahora justo una década. Por aquel entonces, andaba yo dando mis primeros pasos en política, como proyecto de candidato a la alcaldía de La Unión, mientras que él, seis años más joven que yo, era ya primer edil de Puerto Lumbreras, habiendo sido incluso con anterioridad director general de Juventud.

Desde entonces, y a lo largo de estos últimos diez años, hemos ido construyendo, sin prisas, pero también sin pausa, una relación de amistad de sólidos cimientos, en la que más allá del afecto personal, siempre he encontrado a un amigo fiel, cercano, generoso y presto a dar buenos consejos cada vez que le he requerido su opinión para cualquier asunto, cuestión que „debo reconocer„ se ha dado con frecuencia en los primeros nueve años de este periodo, en los que hemos coincidido en responsabilidades al haber sido ambos simultáneamente alcaldes, vicesecretarios del Partido Popular y consejeros del Gobierno regional.

Y he citado lo de recurrir a él a menudo porque lo primero que me llamó la atención de Pedro Antonio fue su increíble visión para realizar análisis globales, abordar estrategias de actuación y saber plantear buenas y eficaces soluciones „sin dejar nada al azar„ para cualquier asunto que se le planteara, ya fuera propio o ajeno. A nadie escapa que es un hombre dotado de una gran inteligencia, que sabe escuchar, dialogante y con una magnífica preparación, pero en esa concreta capacidad a la que me he referido „creo que innata„ considero que no tiene igual. A partir de ahí fue surgiendo en mí un sentimiento de admiración hacia su persona, que con el paso del tiempo se fue tornando en el reconocimiento expreso de una incuestionable autoridad moral, sensación que a día de hoy es ya unánime en el seno de nuestra formación política.

Y tal vez creo que ahí ha podido estar la clave en que la ´transición´ que se ha producido en nuestros respectivos roles en este último año se haya llevado a cabo con total naturalidad y sin ningún tipo de problema. Ahora ya no somos solo compañeros de armas, sino que ahora él también es mi jefe, tanto en su condición de presidente de la Comunidad Autónoma, como en la de secretario general de nuestro partido, y como tal le debo un respeto, una lealtad y una obediencia que él ya sabe „siempre ha sabido„ que conmigo tiene ganadas de antemano.

Ahora bien, no por ello he dejado de descubrir, o tal vez de ver con nuevos ojos, otros caracteres de su figura que, obviamente, ya poseía, pero que me ha llamado la atención como los ha proyectado desde que ostenta la condición de máximo responsable de la Region de Murcia: sabía que era una buena persona, pero me ha emocionado su constante preocupación por ayudar a los que peor lo están pasando; era plenamente consciente de su honradez, pero me ha entusiasmado su determinación por implantar la honestidad y la limpieza más absoluta en la vida pública regional; conocía de su gran capacidad de trabajo, pero me ha maravillado comprobar cómo es capaz de desplegarla dirigiendo a un formidable equipo; no tenía dudas sobre su determinación, pero me ha sorprendido lo ilimitado de su férrea voluntad cuando se trata de conseguir un logro en beneficio de nuestra Región. Y así podría continuar hasta un largo etcétera.

Y, sin duda, todos estos factores son los que han hecho que el primer año de su gestión como presidente deba ser calificado como de más que ilusionante. Es evidente, y Pedro Antonio es el primero en admitirlo, que aún queda mucho por hacer, pero seríamos todos muy injustos y faltaríamos a la verdad si no reconociéramos los grandes pasos „algunos verdaderamente de gigante„ que se han dado por PAS y su equipo en apenas doce meses de trabajo.

Y sin ánimo de ser exhaustivos, pues la lista se podría hacer muy extensa, no se pueden dejar de citar algunos de ellos, como la reducción de las listas del paro en un 10%, la simplificación administrativa para la apertura de negocios, la bajada de impuestos, el agua desalada subvencionada a un coste competitivo para nuestra agricultura, la ampliación de las coberturas de política social, una sanidad que despunta a nivel internacional gracias a sus avances médicos, un modelo bilingüe como seña de identidad de una educación de calidad, una apuesta innovadora e imaginativa en el ámbito de la cultura o el haber logrado la Administración pública más transparente de España, por reseñar sólo varios hitos que son hoy una feliz realidad.

Mención aparte exige para mí el capítulo de las infraestructuras por un doble motivo: tanto por la innegable carencia de buenas comunicaciones que históricamente venimos padeciendo, como por haber sido el área en la que he tenido el honor de desarrollar mi actividad en el seno del Ejecutivo regional. Y partiendo de la base de comprender perfectamente el escepticismo general cuando se habla de este asunto, debo recalcar, con pleno convencimiento y, lo más importante, conocimiento de causa, que la situación ha experimentado un cambio extraordinariamente positivo en tan breve lapso de tiempo.

Y empiezo por el AVE, tren del que desde el famoso Protocolo de 2006 apenas nada se sabía y del que debemos recordar que ha sido el Gobierno de Pedro Antonio el que ha firmado los dos acuerdos „cien millones de euros por medio del Gobierno de Mariano Rajoy„ para que la alta velocidad llegue soterrada a la capital de la Región, salvando bajo tierra los pasos a nivel de Santiago el Mayor y de Senda de Los Garres. Su llegada, que nadie lo dude, está cercana y será una realidad dentro de muy poco tiempo (a solo tres kilómetros de la Estación del Carmen tenemos ya trabajando las máquinas...). O por seguir con el tema ferroviario, hay que resaltar igualmente la reanudación de las obras de la Variante de Camarillas, paradas desde 2010, y hoy felizmente reiniciadas „gracias a otros 36 millones de euros provenientes de Puertos del Estado„, con la previsión de que estén finalizadas el próximo año.

Si hablamos de carreteras, otra obra señera asimismo paralizada en 2010, la tristemente conocida como ´autovía del bancal´, tiene ya aprobado el convenio con el ministerio de Fomento para que se puedan continuar y finalizar los trabajos en esta legislatura, por mor en este caso de los 110 millones de euros que van a ser transferidos a las arcas regionales para tal fin. Mientras tanto, el compromiso del Gobierno de España con los intereses de la Región se sigue demostrando (hay que ver el buen tándem que hacen para nuestra tierra el dúo Mariano Rajoy-Pedro Antonio Sánchez) con el adelanto de los plazos de ejecución en las autovías del Altiplano o del Reguerón, váas que estarán ambas finalizadas y operativas próximamente.

A ello sumémosle el desbloqueo definitivo al proyecto estratégico más antiguo de nuestra Comunidad Autónoma, la regeneración de la Bahía de Portmán, que tras 26 años de larga espera ha visto cómo „por fin„ se ha adjudicado el contrato para que muy pronto puedan empezar las obras. Y, faltaría más, las nuevas y buenas noticias sobre el aeropuerto, cuyo nuevo concurso para la apertura y gestión de las instalaciones deviene inminente, una vez resueltos de forma favorable los litigios judiciales, recuperada la plena posesión del aeródromo y realizados el inventario de la infraestructura y el plan de negocio actualizado que prevé los cálculos reales de explotación „y por ende de generación de riqueza y de puestos de trabajo en toda la Región„ que traerá consigo Corvera en los próximos años.

En suma, que se ha avanzado mucho y bien en tan poco tiempo, aunque por supuesto, aparte de culminar todo lo anteriormente expuesto, siguen quedando retos muy importantes encima de la mesa y en ellos a buen seguro que se va a aplicar duro el presidente en el futuro. Y conociéndolo como lo conozco, sé que no va a parar, por ejemplo, hasta que se consiga una financiación justa para la Región, que se cubran todas las necesidades de agua de la cuenca del Segura, que se recupere medioambientalmente por completo la joya que es el Mar Menor, que mi querida Lorca termine de levantarse en su totalidad, que lleguen los trenes del Corredor Mediterraneo, que se desarrollen las ZAL de Murcia y Cartagena, o que el AVE llegue a esta última ciudad y posteriormente se siga prologando hasta Lorca y desde allí a Andalucía.

Como bien suele decir PAS, lo mejor está por llegar. Y en este caso, sin duda alguna, será con él al frente de todos los murcianos. Es el líder que necesita y merece la Region de Murcia, la persona en quien podemos confiar. Con él estamos en las mejores manos y somos ya legión los que lo seguimos y apostamos por él. Y sabemos que no nos va fallar. Juzguen ustedes y seguro que coincidirán conmigo: este ha sido sólo un breve resumen de su primer año y... los que le quedan.