No te rindas, por favor, no cedas,

aunque el frío queme, aunque el miedo

/ muerda,

aunque el sol se esconda y se calle el viento,

aún hay fuego en tu alma, aún hay vida

/ en tus sueños.

Mario Benedetti

Los resultados de estas elecciones generales ha supuesto el triunfo de los recortes sociales, en derechos laborales, en el deterioro de la sanidad y la educación públicas para convertirlas en negocio a través de las privatizaciones, en legitimar la Ley Mordaza y la Reforma del Código Penal que criminalizan a aquellos que luchamos por la justicia social, la libertad y la fraternidad, en vender la democracia a las multinacionales, en avalar la corrupción, en seguir defendiendo leyes que protegen a los banqueros para que sigan desahuciando, en aceptar que se encierre a los refugiados en campos de concentración? El sistema neoliberal ha logrado que personas y familias que sufren todo lo anterior voten a aquello que provoca su dolor, que los deja sin trabajo o con un trabajo precario y sin derechos, sin casas. Pero el sistema neoliberal va más allá y quiere que ante nuestros fracasos históricos por construir un mundo humano, humanizador y ecológico, abandonemos cualquier esperanza y dejemos de luchar y que cada uno se busque la vida; sería el triunfo total de este sistema inhumano y cruel, que no tiene remordimientos ni escrúpulos éticos, que no le importa la vida de las personas sólo en la medida que son un recurso para aumentar sus cuentas de beneficios. Por eso, amigo y amiga, compañera y compañero os digo también desde el dolor, la impotencia y la rabia:

No te rindas ante los malvados, a pesar de que los resultados sean tan duros, aunque el mundo cada día haya empeorado en Derechos Humanos. En muchos lugares del mundo hay pequeños signos de que crecen los gestos de solidaridad y justicia.

No te rindas ante los malvados, a pesar de que haya una mayor desmovilización social. Hay gente que lucha de una manera permanente y constante, que sigue resistiendo a este tsunami desmovilizador. En Francia hay una huelga general que dura días contra la Reforma Laboral, aunque no se informe de ello.

No te rindas ante los malvados, a pesar de que hayan conquistado nuestros pensamientos y sentimientos y aceptemos con resignación que este mundo es así y no puede ser de otra manera y, lo que es tremendo, que sintamos miedo ante aquellos que defienden ese otro mundo posible, necesario e imprescindible, y que nos conformemos con las migajas y el sufrimiento personal y social.

No te rindas antes los malvados, a pesar de que controlen los grandes medios de comunicación y nos manipulen y nos mientan y condicionen a la opinión pública de tal manera que al final de ese proceso pensemos y creamos aquello que han planificado. Recuerdo una expresión genial, como tantas, del 15M: «Nos mean y dicen que llueve». Y yo añadiría: «Y nos lo creemos». Hay experiencias de pequeños medios de comunicación que siguen siendo fieles a la verdad y a desmontar las mentiras y a denunciar las corrupciones.

No te rindas ante los malvados, a pesar de que han construido una Europa de los tecnócratas neoliberales y burócratas al servicio de las élites financieras y económicas, que pisotean a la ciudadanía y han hecho que el dinero público sirva para pagar las deudas entre los bancos, entre los banqueos a costa de cercenar la dignidad. Hay gente que se quiere salir de esta Europa, y no me refiero al caso inglés, para construir una Europa social, justa y pacífica, una Europa con la gente y para la gente.

Sé que el panorama es muy duro, sufrimos esto de una manera desgarradora y no llegamos a entender muchas cosas y nos surge la tentación de abandonar los grandes ideales, las utopías que tanto bien han hecho a esta humanidad maltratada por los malvados, sean políticos, economistas, militares, religiosos, pero, a pesar de ello os animo y me animo a sonreír, a seguir caminando, a levantarnos, a renovar nuestras ilusiones, nuestras esperanzas, a no cuantificar los resultados de nuestras luchas, aunque ¡claro que nos gustaría! si no a sentirnos vivos porque expresamos los valores y queremos ser coherentes con ellos, siendo autocríticos con nuestras incoherencias y contradicciones.

Un nuevo amanecer, un nuevo mundo, nuevos sueños, nuevos proyectos, no nos rindamos a ante los malvados. No convirtamos nuestros fracasos en rencor y en indiferencia; sería el mayor triunfo de los malvados, de los capitalistas. Sé que mañana vendrá alguien a pedir ayuda porque no tiene para comer, para darle un vaso de leche a sus hijos, porque no tiene trabajo, porque le han mandado del juzgado la orden de desahucio, y posiblemente haya votado a esa política que le ha causado esta situación y le ayudaré en lo que pueda y también le diré que el mundo hay que cambiarlo, sobre todo, si quiere que su hijo tenga un futuro decente. Un abrazo y un besiko amigo y amiga, compañero y compañera.

Por cierto, malvados, ¿habéis pensado que este mundo cabe todo el mundo y que podemos vivir con bienestar y en paz?