Imaginen una España que funcione. Oh, yeah, horny mama. La educación es totalmente gratuita. Nena, me mola. La sanidad de calidad y pública en plenitud. Funky, baby. Tenemos la misma tasa de desempleo que el resto de Europa occidental. Eso me pone mucho, muñeca, no pares. Un nivel de pobreza infantil reducido a cero, que no haya desahucios, ni pobreza energética, ni familias rebuscando en los cubos de basura a la puerta del Mercadona. ¡Funky town! Suena la música, salgo a la calle con mi sombrero de ala ancha y mis gafas negras superchulas. Bailo con un ritmo pegadizo y peleón. Venid todas y bailad conmigo.

¿Te imaginas? Todos los padres tienen un trabajo del que sentirse orgullosos delante de sus hijos, todas las madres cobran lo mismo que sus compañeros de sexo masculino, no existen los contratos basura e indefinido es la única palabra que escriben los empresarios en los papeles que regulan nuestra vida. Me estoy poniendo mucho, nena, baila conmigo, salta sobre la calle iluminada por las luces de la noche, los coches que pasan, las señoras que nos miran y se unen, los perros que aúllan, los policías que no nos detienen.

Pretty girl, estoy on fire y no pienso parar. Imagina un país sin corrupción. Políticos de los que sentirse orgullosos. Ciudadanos que pagan sus impuestos sin obligación pero con mucha devoción. Nadie evade, todos quieren contribuir, ayudar, cooperar, hacer una sociedad mejor. Too hot, no sé si podré aguantar. Pero he de hacerlo porque juntos hemos de imaginar un país en el que los gobernantes son personas buenas y decentes, hombres y mujeres de bien que idean y aprueban leyes para nuestro bienestar, verdaderos prohombres de la patria cuyo único objetivo es el progreso y la felicidad.

¡Aleluya, hermana! Cógeme de la mano y que te de igual la lluvia porque el agua arde y los cielos no saben vivir fuera del verano tropical, cae zumo de frutas del cielo y los tambores vibran cada vez que te cojo de las caderas y te recuerdo que el nepotismo se murió y el Tribunal de Cuentas fue azotado por las siete plagas de Egipto, sólo es posible lograr el éxito porque te lo ganes, en España ha amanecido y somos el reino del mérito y la capacidad, ¡funky world!, esto es un no parar, todo ha de ser bueno y beatífico, niños gorditos con alas y flechas marcando el compás, los tesoreros dicen dónde escondieron los dineros y de Panamá sólo sabemos la historia del buenazo de Núñez de Balboa y de su perro Leoncico.

¿No me crees? Venid aquí tú y tus amigas y bailad con nosotros. Así, así, muy bien, getting up, cutie, vamos, vamos, los diputados tienen estudios y el Presidente habla inglés y le gusta pisar la calle, no se esconde de los periodistas y hasta tiene sentido del humor, ¡se ríe de sí mismo! ¿Es tal cosa posible? Sí, si bailas con nosotros, si saltas y brincas, si gritas en medio de la calle y te conviertes en una esclava del funky, mira como los imputados dimiten y los alcaldes no despiertan sospechas entre sus vecinos, como los presidentes autonómicos tienen decencia y las diputaciones provinciales estallan en una orgía de serpentinas. ¡Come on! No me puedo creer que ellos vivan para nosotros y no nosotros para ellos.

¡El Ibex ha dejado de ser una logia satánica! Las monjitas reparten buñuelos y galletas de chocolate. I´m very high, choco, choco. Los ricos piden no deslocalizar y Zara tricota sólo en suelo nacional, ¡se multiplica por tres el salario mínimo y el impuesto de la renta es proporcional! Mi madre me dice que las pensiones han subido y los subsidios protegen a los más débiles, las oficinas de empleo te encuentran un empleo y yo bailo, bailo, bailo rodeado de veinteañeras en cueros, llueven leyes y decretos y la constitución se deshace y cae de los cielos convertida en un texto que reparte amor y lubricidad, ¡sube la natalidad y el permiso de maternidad!

Los catalanes, los vascos, los gallegos, los murcianos y hasta un señor de Cuenca dicen que se acabó lo de dar por saco y que de ahora en adelante todos a una, ¡WTF! esto es increíble, por primera vez en la historia un proyecto común e inclusivo, somos multitud, llenamos las calles cantando, marcando el ritmo, chapoteando sobre el asfalto nocturno que arde, arde, arde, preciosa, tráeme sifón y una buena organización territorial, ¡funky, man! ¿Será posible que nos aceptemos unos a otros? No me hables en castellano, catalán, vasco o gallego, baila conmigo y demuéstrame que me quieres, ahora, hoy, esta noche, mañana nadie sabe dónde despertaremos.

¡El ministerio de Cultura culturiza y el de Educación educa! Sube la música, estamos logrando lo increíble. Los españoles valoran la ciencia y se invierte en el CSIC, en las universidades, en crear y ponernos en el mapa del saber, el cine español descubre que hay vida más allá de la Guerra Civil y yo no me lo creo, doy volteretas, ¡up, down, salta sin parar! Me dicen que ha habido un incendio y que todas las banderas se han quemado en nombre del amor, los libros le pegaron una patada a la televisión y mis alumnos bailan conmigo sabiendo que yo soy el que más ritmo tiene, ¡kiss the boss!

¡Vamos a ponernos cachondos! Vamos a soñar con un mañana mejor, vamos a imaginar que todo es posible, que no hay malos y, sobre todo, que no hay tontos, por Dios bendito, tantos tontos como nos gobiernan y que ponen cara muy seria porque no tienen inteligencia para poner otra, se esconden detrás del aburrimiento y la seriedad, sólo los listos sabemos bailar y reír, reír y bailar, ser felices y amar nuestra patria, las nalgas de una bailarina que sabe apreciar el buen danzar, el funky, funky, funky, tú y yo, sigue lloviendo y las calles arden, ¡que nadie pare de bailar!