Comenta una candidata, que se presenta a la reelección, que aparece poco en público porque está muy atareada llenando sobres. En estas elecciones han desaparecido los grandes mítines, los pegacarteles, las caravanas de coches con megafonía, las vallas, los anuncios a toda pastilla en medios de comunicación o el puerta a puerta. Ahora el partido se juega más en las redes sociales o en las televisiones.

Sin embargo, quedan restos de las viejas tradiciones, como los interventores y apoderados en las mesas, el voto por correo y el buzoneo de las papeletas, que sigue dando mucho trabajo a los comités electorales. Y andan estos días las intendencias de los partidos políticos más atareadas que la tesorería del Partido Popular con Bárcenas a final de mes, porque tienen que llenar muchos sobres con las papeletas del Congreso y también el de las equis para el Senado. Escasas veces son los propios candidatos los que participan en la tarea, aunque como apuntaba Lao Tse hace la tira de años, «en tiempos de paz, los caballos de la guerra arrastran los carros de la basura por la esquinas».

No es habitual en los grandes partidos que los candidatos se dediquen a ese marroneo, ya que generalmente suelen ser meritorios, postulantes o cruzados de la causa. Dicen expertos en campañas que la mayoría son 'ensobradoras', que es un cometido que realizan mujeres de mediana edad o ya jubiladas y de jóvenes ilusionados, que es un trabajo rutinario y hasta cierto punto aburrido como estar en la cadena de una conservera o hacer encaje de bolillos.

Pero estos mismos expertos coinciden en que llenar los sobres para el buen buzoneo es fundamental de cara a los resultados, con unos comicios muy abiertos, pluripartidistas, donde el último escaño puede estar en juego por unos cientos de votos. Los 'ensobradores/as', en muchos casos, hacen el papel de los bueyes, que decía el gaucho Martín Fierro, «tirar del arado para que otros coman». Ellos hacen lo que pueden, meten las papeletas que les han dicho que tienen que meter, sin pararse a pensar en nombres o biografías profesionales o judiciales, sin son idóneos o investigados, si han sido designados a dedo o en primarias manipuladas. Tienen claro que las papeletas tienen que ser legales -de Murcia y no de Alicante, Albacete o Almería-, que en las del Congreso no puede haber tachaduras y que al Senado solo se pueden poder tres equis.

Quizás a los responsables de algunos 'ensobradores' no les importaría meter algún billete de curso legal con la candidatura para incentivar a los destinatarios 'sobrecogedores', porque las encuestas dan unos resultados muy apretados y hay muchos garbanzos en juego. Pero de sobres en B, como los de Bárcenas y otros muchos, hay listas de espera para entrar en las cárceles.