El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo el martes en Murcia algo muy inquietante. Contó una conversación con dos altos directivos de la banca estadounidense, que descartaban totalmente la victoria de Donald Trump en las primarias republicanas y apostaban por Bush. De Guindos vino a decir que él no cree que gane el candidato de origen alemán que despierta tanta inquietud en Europa como en Estados Unidos, pero reconocía que no estamos libres de que ocurra la catástrofe, aunque él es muy fino y no empleó esta palabra. También dejó claro que no hay que fiarse de las predicciones que hacen los altos ejecutivos de la banca con sueldos millonarios, porque sus opiniones no son de este mundo. Esto último tampoco es suyo, como tampoco dijo que si ganara Trump saldría de su escondrijo lo peor de cada casa, como los caracoles después de la lluvia.