La UCAM construyó siete edificios en su zona sur sin licencia, en un terreno de huerta protegido ('de alto interés'), dentro del límite del Monasterio de Los Jerónimos (catalogado como Bien de Interés Cultural), con un compromiso de desmontarlos desde hace cinco años y sobre los que pesa una investigación judicial abierta. Con este currículo, el ayuntamiento de Murcia que preside el señor Ballesta está estudiando la autorización excepcional 'por interés social' de estas edificaciones. Como vemos, autorización no para un proyecto futuro que no se puede hacer en otro sitio, sino para edificios en pie y en uso sin licencia y en un suelo no urbanizable.

Los miembros del Grupo Municipal Socialista recordamos estos días los miles de cartas que el Ayuntamiento envió el año pasado a los propietarios de viviendas en las pedanías de Murcia para 'regularizar' su valor catastral. Las fotos aéreas realizadas por el Catastro detectaron cambios en la superficie de edificación y exigían revisar su valor catastral. En consecuencia, el IBI de las mismas. Sin esperar a la conclusión del legítimo período de alegaciones ya que se denunciaron cientos de errores, el Ayuntamiento giró los recibos con los nuevos valores y exigió el pago con una retroactividad de hasta los cuatro años anteriores. Muchos pequeños propietarios de viviendas de la huerta sancionados han tenido que recurrir, puesto que no había cambio de superficie en su vivienda, todo lo más tejados de uralita para proteger un patio, arreglo de fachadas o cierre de terrazas. Pero entre que se les da la razón o no (muchos de ellos ya la han recibido), han pagado 'religiosamente' la nueva tarifa. Cuando desde el PSOE nos quejamos sobre este procedimiento con múltiples fallos (sin esperar a los recursos, unas zonas revisadas, otras no sin explicación, con retroactividad discutible?) se nos dijo desde el Ayuntamiento que «la ley es igual para todos».

A tenor de lo contado hasta ahora, para el PP de Murcia parece que la ley es 'más igual' para unos que para otros. Esa ha sido la marca PP de su modelo urbanístico de los últimos veinte años (casos Umbra, Joven Futura, Puente Tocinos?) y por lo que vemos, del año 21 con Ballesta a la cabeza. Sinceramente, creíamos que entrábamos en una nueva época de más seriedad, aunque sólo fuera por la vergüenza de los múltiples casos judiciales abiertos. Sin embargo, nos sorprende que mientras al común de los murcianos y murcianas se les hace pagar con rigor y apremio, al poderoso se le pone la Administración local a su servicio para encontrarle una salida beneficiosa. No vamos a callarnos ante ese modelo de 'Urbanismo a la carta' que tanta corrupción genera, perjudica nuestra economía y nos abochorna como sociedad. Por tanto, no seremos cómplices en su aplicación. Por eso, en el pasado pleno del Ayuntamiento, retiramos nuestra moción que pedía que no se diera la autorización por interés social para estos siete edificios cuando advertimos que no teníamos apoyo suficiente (ni del PP y, por cierto, tampoco por parte de Ciudadanos) para ello. No quisimos prestarnos a que utilizaran el debate de nuestra iniciativa para aprobar una autorización parcial de algunos edificios y una moratoria en la ilegalidad para el resto.

Hace diez años, el ayuntamiento de Murcia cedió gratuitamente 135.000 metros cuadrados en la zona norte de Los Jerónimos para la dotación de instalaciones de la UCAM. Ahí esperábamos que se construyeran sus edificaciones docentes, con las autorizaciones y licencias que se le exige a cualquiera. «La ley es igual para todos» y caben soluciones dentro de la legalidad para la ampliación del Campus de esta Universidad, pero, por supuesto, comenzando por no transigir ni una sola vez más ante las infracciones y aplicando un modelo urbanístico al servicio del interés público y no de los intereses del PP.