Es espeluznante el panorama político que tenemos, hasta tal punto que bien mirado ninguno se merece nuestro voto.

Los peperos han cerrado sus listas con los mismos que iban cuando perdieron una porrá de votos; bueno, se ha ido Andrés Ayala, pero ha sido voluntariosamente, que por ellos hubiese seguido en las listas. No contentos con meternos a los mismos y mismas, el jefe se desgañíta por ahí metiéndonos el miedo en el cuerpo con aquello de «que vienen los rojos»? y aunque no le falte razón, luego va y le escribe al mandamás de Europa que está dispuesto a seguir haciéndonos recortes y subidas de impuestos, significado de la frase «tomaremos las medidas que hagan falta para cumplir los objetivos de déficit». Y claro, entre el miedo a los rojos que ya sabemos que la van a liar y el miedo que dan las mentiras de Rajoy y el de la voz de pito, la verdad es que la gente ya no sabe qué pensar y mucho menos qué tiene que hacer.

¡Qué gran oportunidad han tenido los peperos!. Si Rajoy se hubiese ido al excusao a laxar dejando a otr@ en su lugar se habría producido un resurgir meteórico del PP, incluso con aspiraciones de llegar casi a la mayoría absoluta aprovechando el acojono que da que venga la extrema izquierda; pero no, aquí no se va nadie hasta que el barco esté en el fondo del mar, para luego echarle las culpas a tó lo que se menea menos a ellos mismos.

De nada va a servir después que Rajoy y los suyos se lamenten de los resultados electorales que les van a impedir gobernar, puesto que ya lo saben desde ahora mismo. El PP será el más votado de todos, pero con un resultado inútil por culpa de la impopularidad de su líder, Rajoy, y de toda la porquería que le rodea. Lo último, ya ven ustedes, casi dos millones de euros de fianza judicial al PP de Madrid por blanqueo de dinero, ¡amos ná! y por unas obras pagadas en dinero negro que se han hecho en el mismo edificio donde tiene Mariano Rajoy su despacho y donde están todos sus hombres de confianza. ¡Como pa' no enterarse!

Así no puede alguien presentarse a unas elecciones, pero? es lo que han hecho. Puede entenderse que ellos se crean insustituibles, como los césares romanos que se autonombraban de la noche a la mañana 'dioses', pero la realidad es que ni son lo uno ni lo otro.

¿Saben ustedes lo que va a pasar? Pues todo apunta a que después de ganar las elecciones el PP y tras su presunto y cantado fracaso para formar Gobierno, Rajoy dimitirá y se marchará porque no soportará la idea de pasar al banquillo de la oposición. Y digo yo, si está cantado que se va a marchar después de llevar sus naves a la más vergonzosa de las derrotas ¡otra vez! avisada de antemano, ¿por qué no se larga ya? Lo digo por si aún hay solución. ¡Ay, Señor! mira que les cuesta despegarse del pesebre del poder.

Lo que cada vez está más claro, después de escucharlos a todos, es que tendremos un Gobierno de centroizquierda o de izquierda comunista radical, porque el vergonzoso espectáculo de las pasadas elecciones ya no se va a repetir. Esta vez se entienden sí o sí. La duda es si gobernará el PSOE con el apoyo de Podemos-IU o será al revés. Y, claro, aquí viene aquello de mejor lo malo que lo peor. Los españoles nos consideraremos afortunados con el guapo de Pedro Sánchez de presidente del Gobierno antes de que lo sea mi Pablico Iglesias.

Las políticas del PSOE ya se sabe lo que dan de sí: mucho para gastar y seguir empuándonos, aunque hay que reconocer que Pedro ha sido muy sincero avisando de que no va a rebajar los impuestos y que se los va a subir a las rentas más altas y a las empresas gordas. Todo un error, porque subirle los impuestos a los ricos y a las empresas más pudientes es frenar el consumo y la inversión. Pongo un ejemplo: si se castiga a los que compran coches caros, las fábricas dejarán de venderlos y los que los fabrican, que son los currantes, se quedarán sin empleo. Y así cualquier producto de los que compran los pudientes, que al parecer, nuestros políticos se olvidan de que detrás de la compra de un barco, vestido caro o joyas siempre hay trabajadores que los producen o, lo que es lo mismo, puestos de trabajo.

Y si a las empresas grandes se las ahoga vía impuestos y normativas, dejan de crecer y crear empleo cuando no empiecen a encogerse y a quitarse trabajadores.

Así que mejor sería que el PSOE no asustara, que aquí, en nuestro país, para que todo funcione hacen falta tanto trabajadores base como empresarios que ganen mucho dinero, que es la única fórmula de equilibrio para sostener el sistema.

Oye, que sí, que parece que hoy es un mérito no tener ni una peseta y un delito tener un buen empleo, unos ahorrillos en la cartilla o un pisito en la playa.

Bien, pero si mi Pablico saca más votos que los socialistas, ¡apaga y vámonos! será el encargado de formar Gobierno con el apoyo o abstención del PSOE. Personalmente siempre he valorado lo genuino, lo natural, la espontaneidad y la frescura de la juventud, pero cuando uno escucha al Echenique, a la Colau y a toda la prole, qué quieren que les diga, que si bien el 11M no daba miedo, éstos si lo dan.

Entre Rajoy como culpable directo o indirecto de tanta corrupción y de no irse a su casa, entre Pedro Sánchez que no es el candidato que los socialistas hubiesen querido y los españoles necesitado, entre mi Pablico y su panda que se ve venir que nos dan el verano y la pascua, pero durante cuatro años, la verdad es que ninguno se merece que lo votemos.

¿Qué? ¿Ciudadanos? ¡Ufff! en estos momentos no se sabe bien si es bueno o no votarlos? Lo digo por su negativa a negociar con el PP de Rajoy y su apoyo, tan servil como inútil, al PSOE.

Lo dicho, ninguno se merece que lo votemos? aunque habrá que hacerlo.