A lo largo de estos tres últimos meses hemos asistido a una serie de reiteradas y continuas amenazas por parte del Partido Popular en la Región de Murcia, con la excusa de la tramitación parlamentaria de los presupuestos regionales. Parecía que en esta región iba a ocurrir una hecatombe mundial de desconocidas consecuencias. «¡Los rojos no saben de presupuestos!», decían, argumentando estar en un callejón sin salida a la espera de todas las plagas de Egipto.

Se ha amenazado, por ejemplo, a los padres y madres del alumnado con altas capacidades intelectuales, diciéndoles que no existía presupuesto para continuar con los talleres que sus hijos e hijas recibían. No sólo se ha amenazado, sino que, en este caso, se ha culminado la amenaza paralizando dichos talleres, con la única explicación de que no podían hacer nada al respecto.

También se ha amenazado con el cierre de la Biblioteca Regional durante todos los fines de semana, amenazando a todos aquellos usuarios y usuarias de la cultura, de los espacios de estudio. En este caso, todavía no han llevado a cabo su cumplimiento y, además, el Gobierno tiene el mandato de la Asamblea de no sólo no cerrar, sino de aumentar el horario de apertura a los domingos. Los socialistas estamos a la espera de la resolución que vayan a adoptar desde el Gobierno, conociendo ya que no es muy dado a cumplir los mandatos de la Asamblea Regional.

Recientemente hemos conocido la noticia de que, frente al recorte impuesto por la Ley de Presupuestos en el número de asesores del Gobierno, éste rápidamente ha llevado a cabo una modificación presupuestaria por más de 300.000 euros para que los amiguetes del Partido Popular sigan en sus puestos de trabajo, en muchos casos sin saber por qué, porque se trata de exalcaldes, exconcejales, exdiputados y exaltos cargos recolocados. Cuestión de prioridades. Piensan en sus amigos antes que en el beneficio general, en la recolocación política antes que en los talleres del alumnado, en la garantía de un sueldo político antes que en la apertura necesaria de espacios de estudio y lectura. Los socialistas reclamamos al Ejecutivo regional que destine ese dinero a los talleres que han eliminado y a evitar el cierre de la Biblioteca Regional; ésa es nuestra prioridad.

La prioridad del Gobierno regional ha sido la de asegurar el sueldo a sus asesores para que no perdiesen el puesto de trabajo a dedo del que disfrutan, frente a asegurar unos talleres para el alumnado con altas capacidades intelectuales o garantizar la apertura de la Biblioteca Regional los fines de semana. Mucha prisa por generar crédito para pagar a los asesores, pero toda la lentitud del mundo en soluciones, pues así siguen manteniendo esas amenazas con las que nos han estado asustando.

Y esto es sólo el principio. Llegarán, seguro, más transferencias de crédito para seguir pagando a sus asesores mientras, aprovechando el primer debate de presupuestos regionales sin mayoría absoluta del Gobierno, castigan con amenazas a los que sólo necesitan un mínimo apoyo del Ejecutivo para seguir desarrollando la labor que hacen.