La palabra sorpasso la puso de moda en España Julio Anguita, quien cuando ejercía de máximo mandatario de IU la utilizaba para hablar de superar al PSOE en el voto de izquierdas. Fue tan querida esa expresión para el llamado Califa, la hizo tan de esa formación política que sus representantes en Andalucia por aquel entonces también la utilizaban confiando en poder conseguir lo mismo sobre el PSOE en esa tierra.

Algo que nunca se produjo, ni aquí ni en Italia, porque sorpasso es una palabra italiana que significa ´adelantamiento de un vehículo a otro´ y, a partir de ahí, se aplica también en el sentido de ´superación´ de un adversario en una confrontación política, hasta el punto de que en Italia, de donde nos llega el vocablo, se usaba en la segunda mitad del siglo pasado para aludir a una hipotética victoria electoral del Partido Comunista Italiano que le permitiría ocupar el puesto de la Democracia Cristiana en el Gobierno.

Pues bien, como digo, en Italia nunca se produjo el mencionado sorpasso y aquí tampoco. Y miren que aquí lo intentaron, pero tanto en el ámbito nacional como en el andaluz la alianza contra natura de Aznar y Anguita, y Arenas y Rejón, consiguió el efecto contrario: que los votantes de izquierdas dejaran a IU con las vergüenzas al aire. Sí, fue aquella famosa ´pinza´ que tanto benefició a Aznar y tanto perjudicó a Anguita y que escenificaron el jueves, 12 de enero de 1995, cuando José María Aznar y Julio Anguita hacían pública su alianza apareciendo en la cafetería del Congreso para conversar ante la mirada estupefacta de otros diputados y periodistas, dejando claro que estaban dispuestos a ir juntos de la mano contra el PSOE, o lo que es igual, contra Felipe González. Tanta era la decisión que Aznar, el líder del PP entonces, hacía una propuesta formal, por escrito, al cabeza de IU que, entre otras cosas, decía: «Nada impide coincidir en lo inviable de la actual situación».

Y coincidiendo en el tiempo, 1994-1996, Javier Arenas, PP, y Luis Carlos Rejón, IU, pactaban un acuerdo para asfixiar la gobernación del PSOE en Andalucía. Una decisión que marcó en gran medida el devenir de IU allí y el de Luis Carlos Rejón, quien, no habiendo transcurrido mucho tiempo, tuvo que dejar la política.

Pues bien, han pasado veintiún años de aquello y volvemos a oír hablar de sorpasso, y miren por dónde, también se produce contra el PSOE y también en la utilización del mismo se encuentran de nuevo algunos medios afines al PP y un partido a la izquierda del PSOE. Se trata de Podemos y del señor Iglesias, que habla como si España fuese suya, como si la razón suprema sólo anidara en su cabeza, como si la verdad absoluta sólo estuviera en él, dispuesto a creer esos datos que él quiere oír, esos que le hablan de que en unas próximas elecciones el PSOE podría perder hasta diez diputados y una coalición entre Podemos e IU lograría entre 74 y 81 escaños. Es decir, de cinco a doce más de los que ahora tiene Podemos. Y tanto se cree los datos que fuentes interesadas le ofrecen, que ya inició la campaña electoral con un acto en Madrid, que tiene todos los visos de haberse montado para que el líder alimente su enorme ego, diciendo cosas como que su partido está preparado para gobernar después de las elecciones de junio, prometiendo ser ´generosos´ con el PSOE si hay elecciones. Incluso, en el colmo de la prepotencia, se ha permitido dirigirse a los socialistas en estos términos: «Si se repiten elecciones, aunque el PSOE tenga un resultado muy negativo, aunque sean muy duros con nosotros (...) vamos a seguir tendiendo la mano».

Alberto Garzón, el candidato de IU que transmite grandes dosis de sensatez, debería hacerse mirar ese interés suyo por unirse a Podemos „sobre todo por las perspectivas electorales de IU„ porque puede ocurrir que al que le hagan el sorpasso sea a él.