Parece, o así nos lo cuentan, que cuando el Príncipe, venido a Rey, don Felipe, termine la tercera ronda de entrevistas con los portavoces de los diferentes partidos políticos de nuestro país, volveremos a vivir aquellos apasionados días en los que uno no sabía a quién votar, y otros votaban sin saber dónde iban a caer. ¡Para esto nos hemos quedado los españoles! Nos hemos quedado para, sin comprar entrada, asistir a espectáculos: el espectáculo del niño en el Congreso y el beso; las reuniones sin objetivo; el resurgir de la ´cal viva´; los romances entre partidos, y los 128 días (3.072 horas) que se nos quedan por el camino, en los que, otra cosa no, pero retratarse, más de uno se ha retratado. De esas fotos, seguro, vendrán lodos.