Viaje del Parnaso es una de las últimas obras de Cervantes. Escrita poco antes de morir, es un poema extraño y complicado, pero tremendamente revelador. A lo largo de varios miles de versos en tercetos encadenados, el ´príncipe de los ingenios´ carga contra las injusticias del mundo literario en un Madrid pobre e ignorante, que medía la valía de los escritores de una forma dudosa cuando menos.

La obra relata un ´viaje´ apasionante por diferentes escenarios ficticios y reales en el que Cervantes y su ejército, integrado por los mejores poetas españoles reclutados por él mismo, se enfrentan a los poetastros, libros y poemas ´en alto´, para defender la elegancia de la verdadera poesía y el mérito de los buenos escritores frente a la vulgaridad de los versos de poetas mediocres.

Tras una ardua batalla alegórica, ayudados por la fuerza de los dioses Mercurio, Apolo y Neptuno, los buenos poetas consiguen hacer justicia a la literatura de su tiempo alzándose con la victoria frente a los villanos, los malos poetas.

Sería desolador para el autor de una de las mejores obras de la literatura universal comprobar que el mundo literario y su entorno, defendido por él y otros buenos escritores con tinta, sudor y lágrimas sigue anclado en ese Madrid del siglo XVII tosco e ignorante que estallaba en carcajadas sólo ante comedias que representaban realidades vulgares y ultrajantes.

La friolera de cuatro siglos después, la letra de la canción sigue siendo la misma: chicas deslenguadas cuyo único mérito reside en saltar a la fama de la mano de relaciones sentimentales escandalosas con el torero, cantante o presentador mediático de turno venden más libros con los avatares de su vida sentimental que un Premio Nobel de Literatura con más de cincuenta años de experiencia profesional a sus espaldas.

Según Nielsen, empresa de información y medios a nivel global, Belén Esteban ha conseguido vender 60.000 copias con su libro Ambiciones y reflexiones, convirtiéndose así en una de las autoras que más libros ha vendido en nuestro país durante los últimos años y dejando en mantillas a las 20.000 copias de las obras más celebres de Vargas Llosa.

Un reflejo amargo del momento en el que vivimos, donde el mérito profesional se mide en forma de cifras. Todo aquello que no produzca muchos ceros inmediatos no interesa, al mismo tiempo que se castiga y desconfía del trabajo bien hecho, resultado de años de experiencia, tesón y esfuerzo.

No creo que ante un panorama como el nuestro, donde los ´poetastros´ son venerados y los escritores jubilados son perseguidos y juzgados, el orgullo de Cervantes se viera recompensado en manera alguna ante los homenajes que se hacen en su honor y trayectoria literaria como el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes. Por el contrario, imagino que sentiría ganas de retornar al monte Parnaso de la mano de Dámaso Alonso, María Zambrano, Rafael Alberti, Miguel Delibes y otros tantos ´soldados´ literarios para librar una batalla a favor de Luis Landero, Javier Reverte, Antonio Gamoneda?y muchos más, grandes como ellos. Buenos escritores. Poetas españoles.