En las últimas elecciones venezolanas Zapatero asistió como observador, invitado por Maduro; hizo el ridículo pero aceptó. Ahora el mismo fantoche le pide que forme parte de una Comisión de la Verdad, y vuelve a aceptar. ¿Qué verdad pretenderá investigar? Cuando se sepa todo lo que ha pasado en aquel país con Chávez y Maduro le va a resultar difícil mirarse al espejo. Ningún demócrata debería ofrecer cobertura a este payaso bolivariano, mucho menos un expresidente español socialista sabiendo que Felipe González fue expulsado por querer defender a presos políticos y conociendo el tipo de personal que se embarca en el avión presidencial para ser adoctrinado al sol caribeño. Sólo un Zapatero tropieza dos veces en la misma piedra y pasa de tonto útil a bobo utilizado.