Lo más cerca que he estado de Panamá ha sido cada vez que he entrado en una zapatería y he sucumbido a mis deseos de comprar unas Pánama Jack. Siempre quise tener unas y he de admitir que más de una vez estuve tentada en adquirir la copia, pero no lo he hecho. El problema, el andar siempre justa. Ahora los vinculados a Panamá me las han vuelto a recordar, aunque no tenga nada que ver, como tampoco tiene nada que ver el ladrón de hoy con el de antes. El eterno dandy, Bertín; el frustrado Lute engominado; la hermanísima de don Juan Carlos, y el eterno actor guay, Imanol. Todos sospechosos de conocer muy bien la República panameña y, por consiguiente, al no andar justos, seguro que de ´fondo de armario´, que dirían los expertos, tienen unas botas anaranjadas con sello español.