Por si fuera poco figurar a la cabeza de las Comunidades autónomas en el ránquin del déficit público ahora aparece Murcia ocupando un lugar muy destacado en otro tema que, se mire como se mire, no parece muy positivo o atractivo: los lugares de culto musulmán en España. Existen 90, más que en Cantabria, Asturias, Galicia, Castilla-León y Extremadura juntas; una provincia con más sitios que la suma de 16. Gentes que están aquí a la fuerza y a la contra, sin voluntad de integración, con tasas altísimas de natalidad, una religión expansiva y excluyente que impone la sharia en la sociedad civil, etc. ¿Estamos ante un activo o un pasivo, lo ponemos en el haber o en el debe?