Desde el comienzo la crisis en nuestro país ha habido unas 700.000 ejecuciones hipotecarias, en el año 2015 más de 67.000 lanzamientos y, sin embargo, tenemos casi tres millones y medio de viviendas vacías. Estos datos, que son silenciados por la Administración, son las cifras de la vergüenza pero que nos dan una idea de la cantidad de personas que han perdido su casa en estos años y encima se han quedado con la deuda. Detrás de estas cifras hay personas, viviendas y sueños que se han convertido en la peor de las pesadillas y detrás de cada una de estas familias está la responsabilidad directa de un Gobierno que lo permite, porque ningún partido ha querido legislar para paralizar esta situación. Han permitido que la vivienda se convierta en un objeto para la especulación, olvidándose que el derecho a la vivienda está presente en la Constitución española y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y cuando han actuado lo han hecho de espaldas a la ciudadanía, sometidos a los dictados de la banca, rescatándola con dinero público y agravando aún más el problema.

Los desalojos forzosos siguen siendo una realidad cotidiana en nuestras ciudades, sigue habiendo convocatorias para parar desahucios todas las semanas, pero ya no están tan presentes en la prensa o en la televisión porque nos hemos acostumbrado. Los desahucios, los refugiados, el paro, la crisis, son cuestiones muy importantes en nuestra sociedad, los vivimos todos los días, pero nos han hecho creer que son de difícil solución y nos tenemos que acostumbrar a vivir con ellos, pero la realidad es que no hay voluntad política para acabar con todo esto y mucho menos que los verdaderos culpables paguen por ello.

La situación política en España intenta cambiar pero Las 5 de la PAH siempre se quedan fuera y desde las plataformas nunca vamos a dejar de señalar los culpables. Queremos recordar a los políticos que por encima de los pactos entre diferentes partidos y las siglas están los compromisos sociales de un Estado, de una democracia auténtica, y que no son negociables. En esta larga lucha también nos encontramos con la Justicia, que parece no querer quitarse la venda que les impide afrontar la realidad en la que nos encontramos, una realidad que permite que en base a una ley hipotecaria injusta se eche a la calle a miles de familias.

Nuestra lucha se enfrenta a grandes dificultades, a enormes injusticias y a un enemigo muy poderoso, pero nuestra lucha no es triste, es muy alegre y, ante todo, hay que hacerla con una sonrisa porque lo tenemos todo por ganar.

Cada vez son más las personas que comprenden que no pagar la hipoteca no atañe sólo al dinero sino que es una auténtica lucha por la dignidad y por el fututo, es una lucha colectiva en defensa de los derechos de las personas afectadas por la estafa hipotecaria. Acuden a nuestras asambleas con situaciones muy difíciles y descubren como se ha construido una lucha por el derecho a la vivienda y son cada vez más consciente de la necesidad de unirse para defenderse del ataque de los bancos. Vemos como nuestras asambleas cambian la vida a los que se acercan a ellas, tanto afectados como colaboradores porque descubren que no es sólo su problema sino que es el de todas.

En su último libro, el escritor Isaac Rosa analiza el drama de los desahucios y el fenómeno de la PAH. En Aquí vivió, historia de un desahucio, una novela gráfica con dibujos de Cristina Bueno, el escritor aborda de una forma diferente una realidad que viven muchas familias de este país. Un relato tierno y emotivo donde la ficción nos acerca a la realidad de los que sufren, viven y luchan contra los desahucios. Es la historia de Alicia, una adolescente a la que su curiosidad le hace investigar sobre algo que no le toca directamente pero que está a su alrededor. Nos describe cómo se acercan a la Plataforma de afectadas por la hipoteca muchas personas que creen que no es su problema y cómo descubren que aunque ni ellas ni nadie de su entorno haya tenido que afrontar esta situación, la lucha por el derecho a la vivienda nos afecta a todas de alguna manera y, sobre todo, cómo la fuerza de muchas personas se va transformando poco a poco en una energía colectiva dispuesta a rebelarse porque no sólo basta con denunciar las injusticias, también hay que hacer algo para acabar con ellas .

«Me interesaba ha dicho Isaac ese punto de vista del que viene después. Del que entra en una casa donde ha habido un desahucio e intenta reconstruir la historia. La de alguien que cree que este no es un problema suyo y se va viendo cada vez más implicado hasta que comprueba que sí, que esto no es un fracaso personal, de una familia que ha perdido su casa, sino un fracaso como sociedad».

«Aquí vivió, historia de un desahucio», de Isaac Rosa, con dibujos de Cristina Bueno (Nube de Tinta) se presentará el próximo lunes día 11 de abril a las 20:00 horas en la Biblioteca de Adultos del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy de Cartagena, y el martes día 12 en la Librería Educania de Murcia a las 19:00 horas. Acompañarán a los autores miembros de la PAH.