A doce días del acontecimiento atlético del año en Cartagena, cientos de corredores populares ultiman su preparación para llegar en las mejores condiciones a la Ruta de las Fortalezas, que este año cumple su séptima edición. A mí personalmente me reconforta ver a tantos y tantos atletas y senderistas subiendo y bajando castillos y fortalezas, midiendo tiempos y distancias y planificando la Ruta, que este año será de 51 kilómetros. Con este tipo de pruebas se ha logrado generar entre los habitantes una conciencia cada vez más generalizada de que salir a correr es una idea fantástica, sobre todo cuando se puede disfrutar de un puerto, un mar y unas vistas tan bonitas como las que tiene Cartagena. Ahora bien, creo que el deporte ha evolucionado más rápido que la propia ciudad y ésta se ha quedado pequeña en espacios para los que salen a hacer deporte. Tentegorra es casi una autopista de varios carriles, pues se ha convertido en el único espacio en el que se puede correr o caminar sin peligro a un atropello. Hagan un esfuerzo, gobernantes, y busquen más alternativas, que el deporte es salud y vida.