De donde no hay no se puede sacar» no es solo la frase hecha con que tu cuñao justifica hasta el recorte más vergonzoso que se pueda perpetrar. Ahora sabemos, gracias a la publicación de los llamados papeles de Panamá, que también es el lema con que los compiyoguis offshore se animan entre sí a llevárselo crudo mientras quede algo (nunca dejes para mañana lo que puedas defraudar hoy), que ya se sabe que con esto de la crisis uno nunca se puede confiar.

La ideología no es desde luego el criterio fundamental para ser admitido en este selecto club de sinvergüenzas, y sus miembros (y miembras) podrían perfectamente conformar una especie de gran coalición, un gobierno de unidad destinado a salvar España, la UE, el mundo occidental o lo que le pongan por delante, siempre que por 'salvar' entendamos desguazar algo y embarcarlo en un paquebote con bandera caribeña: figuran, con su propio nombre o con el de familiares directos, Putin, David Cameron, Macri, los primeros ministros de Islandia y Ucrania, no sé cuántos jeques árabes y cómo no, en representación de Spain, la familia real y la de Arias Cañete, que es ese ser que no te huele nada raro en un yogur caducado pero sería capaz de detectar una trufa fiscal a 8.803 kilómetros de distancia, que son los que separan Bruselas de Panamá.

Tener a estas personas en puestos de responsabilidad despeja muchas dudas. Por qué la legislación contra los paraísos fiscales no avanza, por ejemplo. Todos tenemos examigos farloperos de ésos que cada vez que te ven intentan sablearte veinte euros.

Ahora, gracias a Mossack Fonseca, podemos hacernos una idea hiperrealista de lo que pasaría en caso de darles a estos coleguillas un cargo contra el tráfico de estupefacientes.

Junto a los dignata? digo, mandatarios de los papeles de Panamá figuran famosos como Messi o los hermanos Almodóvar, demasiado glamourosos como para rellenar la casilla correspondiente. Demasiado orgullosos como para hacer declaraciones. Demasiado ofendidos por «el insulto a su buen nombre» como para pedir perdón. Algunos están incluso presentando demandas. Ya se acogieron a la amnistía fiscal de Montoro, así que se miran las manos y se las ven limpias. Juegan a ser too big to fail, pero no todos son Cañete (me refiero a su puesto como comisario europeo, qué pensábais).

Puede que alguno sea expulsado del club, a modo de cabeza de turco (¿el islandés, por ejemplo?), pero el resto seguirá a lo suyo. Messi firmando camisetas. Almodóvar haciendo pelis de amor. Putin acojonando a todo el mundo. Macri demoliendo los servicios públicos de su país. Cameron amenazando con el Brexit (¿para cuándo el Panamexit?), y la familia real española haciendo lo que sea que hagan ellos, vete tú a saber. Su yoga, sus whatsapps, sus almuerzos, sus safaris. Tratarán de que se pase, de que cuele. Por ese agujero negro, del que nada vuelve. Nuestras tragaderas. Lubricáoslas.