Queda claro que se repetirán elecciones. El paripé de investidura que hemos padecido obedece a algo muy simple: en España algunos se adolece de cultura democrática para lograr Gobiernos de confluencia, como quedó demostrado desde el primer momento cuando el PSOE se negó a hablar con el Partido Popular. Cuando Rajoy, sin reyes ni pares para gobernar pide mus, no podía imaginarse que el voluntarioso Sánchez le disputaría la mano con un par de pitos. Este último, que ansiaba llegar vivo al Comité Federal de su partido, necesitaba previamente el aval de la militancia para contrarrestar el entusiasmo perfectamente descriptible que su persona despierta entre sus compañeros socialistas, Y a su vez, para engatusar a los militantes, necesitaba un acuerdo con quien sea con tal de poder preguntarles la hora. ¿Quién ha sido el tonto útil? Rivera, que piensa que esta maniobra le dará más votos en junio. Por tanto, la fallida mano de Rajoy (y la complicidad de Ciudadanos) le ha dado gasolina a Sánchez, pues ahora el Comité Federal del PSOE ya no tiene más alternativa que proclamarlo candidato otra vez. Y Sánchez tan contento. No es lo mismo que te rechace el Congreso a que lo haga Susana por intentar gobernar con Podemos y nacionalistas. Cosas de la política.

Pero si, como dijo Rajoy, el próximo 26 de junio volvemos a las urnas, los votos más disputados serán los vascos. Les auguro que veremos y escucharemos cosas que ríanse ustedes de las naves ardiendo más allá de Orión. Otegui y su replicante Iglesias ya han empezado el espectáculo. Dice Otegui nada más salir de prisión en una estudiada comparecencia ante los medios que su lucha (seinen kampf) no es contra el pueblo andaluz ni valenciano, (reconozco que niega la realidad España con cierta elegancia) sino contra la 'casta' que somete al pueblo vasco. En su recibimiento, representantes de las CUP y de la izquierda republicana de Cataluña. La guinda es su autoproclamación como preso político, coincidiendo en esto con Pablo Iglesias.

Sin embargo, Otegui no es un preso político. Esta última vez en prisión ha sido por intentar reconstruir bajo las órdenes y directrices de ETA un entramado criminal para servir a los intereses financieros de los asesinos. Anteriormente lo estuvo por secuestrar y torturar en 1979 a Luis Abaitua, directivo de la planta de Michelín en Vitoria en 1979. En otros tres secuestros, a pesar de los indicios, no se encontraron pruebas concluyentes de su participación, por lo que salió absuelto. Él siempre ha mentido cuando no ha tenido más remedio que reconocer su pertenencia a ETA, pues ha circunscrito su actividad terrorista 'a la época del franquismo', como si eso le hiciera menos criminal. Pero tampoco vamos a pedirle a un antiguo etarra hombría para reconocer la verdad. Este es el 'hombre de paz' al que se refería Zapatero. El que dice que nunca ha luchado contra 'el pueblo', pero aplaudía la matanza indiscriminada de Hipercor en Barcelona o los tiros en la nuca a modestos concejales de pueblo, entre otros. Es 'su lucha' y la de tantos vascos cómplices por colaboración, aprobación o silencio.

Iglesias, que ha logrado la cuadratura del círculo siendo ignorante y malvado a partes iguales, coincide con Otegui en que éste es un 'preso político'. Asocia ETA y antifranquismo olvidando que la inmensa mayoría de atentados y muertos de la banda terrorista se cometen desde 1975, ya en democracia. Y, por supuesto, en el País Vasco comparten un mismo sustrato ideológico sustentado por la misma base electoral, como lo demuestran los resultados de las últimas elecciones generales, en las que el votante independentista abandona EH Bildu para echarse en brazos de Podemos. Hasta en Elgóibar, el pueblo natal del carcelero Otegui, ha ganado Podemos.

Si finalmente Otegui puede presentarse como candidato a cualquier elección a pesar de estar inhabilitado por los tribunales (que no les extrañe, España hace mucho que se autodestruye), tengan claro que Iglesias y él competirán a muerte por los mismos votos. Los podemitas, que han venido para regenerarnos, utilizarán de vanguardia a lo mejorcito de la sociedad española: la jauría de 'nekanes' y 'hodeis' crecidos y abrigados al arrullo de la 'kale borroka' y su versión dulce, la 'kale borrega'.

El primer paso para su Larga Marcha y su Revolución Cultural.