La consejería de Medio Ambiente ha protegido con la categoría de Monumento Natural el Monte Arabí en Yecla. Buena noticia la registrada en el ámbito de la Región de Murcia en un ámbito, y perdonen la reiteración, en el que no es tan frecuente que se generen tan buenas noticias: el de la conservación de la Naturaleza.

Desde luego la buena noticia, claro, es la propia protección del Monte Arabí, un lugar cuyos méritos geológicos, paleontológicos y paisajísticos son más que sobrados. Pero también lo es que la consejería se haya decidido a utilizar por primera vez la figura de Monumento Natural para alguno de los muchos lugares de la geografía murciana que suponen espacios y elementos naturales especiales por su rareza, su belleza o su singularidad. Según la consejera Adela Martínez Cachá, los próximos serán la Sima de la Higuera y las Gredas de Bolnuevo.

Ya hace tiempo que el Gobierno regional cuenta con estudios y proyectos que identifican como candidatos a la protección como Monumento Natural a una amplia lista de más de 180 elementos de este tipo en nuestra región, incluyendo una gran cantidad de árboles monumentales y también muy diversos lugares de valor ambiental e interés geológico y paleontológico.

Con un procedimiento de declaración y unos escenarios de gestión relativamente más sencillos que otros tipos de espacios, la protección de los monumentos naturales es una forma de acercar la querencia y la gestión de los elementos naturales para que los particulares y los Ayuntamientos también se involucren en su conservación.

Sin duda, la declaración de un Monumento Natural lleva aparejados beneficios tanto para los habitantes de esa área, como para la geodiversidad, la biodiversidad y los elementos propios del patrimonio histórico y cultural, y no es desdeñable que cuando esos Monumentos estén declarados, gestionados y señalizados, su visita por el público aporte valor añadido al turismo de naturaleza.

Si no recuerdo mal, en aquella vieja lista de más de 180 lugares candidatos a ser monumento natural había una excelente representación de la singularidad y la belleza que nuestra región alberga, por hablar técnicamente, a capazos.

Aunque si mi memoria no me falla, creo también que faltaban algunos muy poderosos como determinadas salinas de interior o lugares como las Fuentes del Marqués, en Caravaca, para las que recientemente el grupo local Caralluma solicitaba esa protección.

Ánimo, por tanto, a la consejería de Medio Ambiente con los Monumentos Naturales, aunque lógicamente sin olvidar que otras tantas cosas probablemente más importantes aún están en el camino, como la aprobación de todos y cada unos de los Planes de Ordenación de Recursos Naturales de los espacios protegidos, los Planes de Gestión de los lugares Natura 2000, una buena ley de conservación u otras cosas en materia de protección y gestión de la naturaleza que a trancas y barrancas van dando pasos, pero que, a mi corto entender, necesitan ser un poco más largos y zancudos.