Es una pena que, aunque el siglo XXI empezó bien, con grandes pasos hacia una igualdad real entre mujeres y hombres en España, a finales de 2011, un cambio de Gobierno y con ello un cambio de convicciones respecto a este tema, propiciara un retroceso de la igualdad sustantiva, es decir, un retroceso a la hora de convertir en igualdad real la igualdad escrita en nuestras leyes.

Recordemos el gran logro que supuso a nivel internacional nuestra Ley Integral contra la Violencia de Género, la Ley de Igualdad, Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción del Embarazo o la Ley de Dependencia, además de planes efectivos para trabajar en este campo: Plan Concilia, Educación 0-3 años, implantación de la coeducación y la Educación para la Ciudadanía, y un largo etcétera de avances hacia una sociedad más justa.

Pero, claro, para conseguir algo lo primero es creer en ello, y Rajoy y el PP no tienen la Igualdad entre sus prioridades „por desgracia, como en tantos otros temas sociales„. En estos últimos cuatros años, las partidas de los presupuestos relativas a violencia hacia las mujeres y sus hijos, al igual que las destinadas a Igualdad han sufrido importantes recortes a todos los niveles, además de los recortes sociales que han supuesto un fuerte impacto para las mujeres. Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor. Por ejemplo, en nuestra Región desapareció el Instituto de la Mujer y en el ayuntamiento de Murcia, en veinte años de Gobierno, el PP no ha sido capaz de tomar ni siquiera medidas tan básicas como crear plazas públicas de escuelas infantiles para conciliar la vida laboral y familiar de hombres y mujeres.

En la actualidad, aunque se intenta camuflar, la realidad es que en materia laboral las mujeres somos las más perjudicadas. La brecha salarial va en aumento, la tasa de paro femenina es superior a la masculina, con peores contratos, aumentan los parciales al 25,6% y temporales que alcanzaron en 2015 el 91,2%. A pesar de los avances, a pesar de que hoy hay más universitarias que universitarios, a pesar de que representamos el 50% de la sociedad, los puestos de responsabilidad, las estructuras de poder continúan, mayoritariamente, en manos de los hombres. Un ejemplo, en el ayuntamiento de Murcia, actualmente, sólo un tercio de los concejales de gobierno son mujeres.

Quiero dar las gracias a tantas mujeres que lucharon, luchan y lucharán por nuestros derechos, por una sociedad en la que nadie se quede fuera, en la que nadie se quede atrás.

Y también dar las gracias a todos los hombres que junto a nosotras han creído, creen y creerán en nuestra capacidad para lograr todo aquello que nos propongamos, solo hace falta creer en ello.

Sigamos trabajando todas y todos juntos por «un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres» como bien dijo Rosa Luxembuergo.