«Esa sociedad está enferma si los ciudadanos deben ir demostrando que no son culpables». Esta frase la pronunció hace unos días la presidenta del Colegio de Médicos de la Región de Murcia, Isabel Montoya, a raiz de la obligatoriedad de que los pediatras, entre otras profesiones, tengan que solicitar un Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual, en el que demuestren que no han sido condenados por abusos contra menores. Con su permiso, la voy a tomar prestada, porque esta sociedad debe estar enferma cuando permite que sigan muriendo mujeres a manos de su parejas o ex parejas, o que sean maltratadas con el beneplácito de sus padres. Esta sociedad debe de estar enferma cuando permite que se siga desahuciando a gente de sus casas, sin buscar una alternativa como los alquileres sociales; y, en definitiva, debe de estar enferma cuando es espectador cómplice y sin mover un dedo de la existencia de los campos de refugiados en los países del Este, que recuerda lo peor de la época nazi, en los que se hacinan miles de personas que huyen de la guerra en su país. Hay muchos más ejemplos y todos llevan a la misma conclusión: Esta sociedad está enferma.