Queramos o no, la cultura de otros países nos invade a la nuestra y a nosotros, de una manera espectacular. Los libros, las películas, las modas, todo se vuelve sobre nosotros, nos cae de tal modo, que terminamos participando de todos los movimientos culturales y de moda.

Sin embargo, hay un tema muy interesante, que se puso de moda, desde hará más de 20 años, y que consiste en la creación de Unidades de Asuntos Internos en la Policía norteamericana. Poco a poco ha ido avanzando y ya la tenemos en la Policía española. Recordemos la participación reciente de una de estas Unidades en el caso de la persona ahogada en Cartagena.

Estas Unidades de Asuntos Internos, actúan con total independencia del resto de Unidades. Su objeto es impedir la comisión de delitos y corrupciones en el ámbito de la Policía. En definitiva, son la policía de la policía, valga la redundancia.

Con menores o mayores errores, que ellos sabrán, lo cierto es que hay alguien dentro del Organismo que vigila las malas prácticas, las investiga y las denuncia.

¿Por qué esta magnífica práctica, no se ha puesto de moda, también, en el seno de los partidos políticos? Nos habríamos ahorrado muchos disgustos.

Es obvio, que sin vigilancia, sin control y sin un fuerte castigo, la posibilidad de que existan prácticas irregulares se hace muy posible e importante. Por ello, la creación de un Departamento de Asuntos Internos podría y puede ayudar mucho todavía en la lucha contra la corrupción.

Al igual pasa con los organismos y empresas públicas. En las privadas, que haga cada uno lo que crea más conveniente. No estaría mal que lo tuvieran todas. Pero todo aquello que tenga que ver con lo público, ayuntamientos, empresas, etc., creo que vendría muy bien, que cada uno de ellos, dispusiera de un Departamento de Asuntos Internos, independiente, que dependa directamente del Pleno del ayuntamiento, o de los consejos de administración de las empresas, que vele por la inexistencia de malas prácticas, e investigue todo aquello que presente algún indicio de algo que no guste.

En definitiva, copiemos también lo bueno y lo más bueno, aunque sea incómodo, pero ayudará a ver la luz todos los días, a dar mayor confianza en lo público y a dormir todos más tranquilos, tanto los consumidores, los trabajadores honrados, y los políticos, que son la inmensa mayoría de todos ellos.

Asuntos Internos puede traernos la paz.