Por qué, por qué, los domingos por el fútbol me abandonas?», que cantaba Rita Pavone allá por los sesenta en El Partido de Fútbol. No sabía ella aún que la práctica televisada de este deporte, con lo años, no se limitaría sólo a los fines de semana. Canción ésta que, por cierto, fue la primera y la única que he escuchado cantar a mi abuela en sus 93 años de vida. Y eso que a mi abuelo, además de ser un santo varón, jamás le gustó el fútbol; y ésta (mi abuela) nunca fue de muchas fiestas. Pero el mensaje caló en la sociedad de aquella época, que vivía el fútbol como un cisma entre hombres y mujeres, y aún hoy día protagoniza muchas de las riñas de pareja más típicas.

Y es que las diversas competiciones deportivas se acumulan en la parrilla televisiva durante toda la semana. A la Liga se suman la Copa del Rey, la Champions, la UEFA Europa League, la Súper Copa de Europa, el Mundialito de Clubes, y para los amantes de la Selección, también, la Eurocopa y el Mundial. No crean que yo soy una experta en la materia, pero siendo una mujer práctica, una ha aprendido a hacer sus planes semanales en función de los partidos que tocan, por lo que es importante tenerlos controlados. Así, en primer lugar, evito los cabreos y, además, aprovecho esas horas muertas. Lejos quedaron los disgustos con mi padre por el mando. Bien es verdad, que con los años también he perdido afición por la tele y que sólo en contadas ocasiones y si ´echan´ alguna peli buena o porque me he enganchado a otra serie americana disfruto de su contemplación, lo que me da ventaja. Sin embargo, reconozco que ésta es una problemática que se da muy a menudo en las familias, bien porque sólo hay una televisión en casa (como es mi caso) y, aunque hay excepciones, las mujeres no somos muy de fútbol; o bien, porque nosotras teníamos otra intención para la velada. Pero yo hace tiempo que me di cuenta que ésta era una batalla perdida viviendo con un ´devoto´ del Real Madrid, por lo que en mi planning semanal incluyo estos acontecimientos como tiempo para ´mis cosas´, que pueden ser desde escribir estos artículos, leer, o planchar, a tomar algo con una amiga, salir de compras o poner mi manicura a punto.

Atrás quedan ya aquellas tardes en las que el romance comenzaba y acompañaba gustosa a ´mi madridista´ en los partidos por verlo disfrutar€ Seguro que a muchas os suena. Si bien, las cosas han cambiado, puedo decir que ninguno hemos sufrido demasiado en el proceso, pues él tiene libertad plena para disfrutar de su afición y yo gano tiempo ´de descuento´ para mis quehaceres, con lo que sobrellevamos bastante bien la ´Temporada Champions´. Sin injerencias, sin disgustos. Puedo decir que para mí, el único fastidio se limita a algún que otro ´jaleo´ inesperado durante los 90 minutos. Y creanme. señoras. que ganar una hora y media para sí misma una o dos veces por semana, compensa pagar el Plus.

Tanto es así que tras superar esta primera etapa he aprendido a rentabilizar sus salidas a ver al equipo, sumándome a la expedición y preparando escapadas rápidas allí donde fuese el partido. Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Incluso aunque esto implique viajar a Portugal en coche para la final de la Champions 2014, en la que se enfrentaban el Real Madrid-Atlético de Madrid, con una caravana de hinchas del equipo blanco desde la capital hasta Lisboa, con parada estratégica en Salamanca para comer en una peña madridista€ ¡Imagínense! Pero el amor todo lo puede. Bueno, el amor y los dos fantásticos días que me ´pegué´ visitando Lisboa. Tal fue la experiencia, que ya estamos cruzando ambos los dedos para que el Madrid llegué a la final y conocer Milán en mayo. Aunque por si no hubiera suerte, estaremos atentos a los destinos y fechas para cuartos y semis.