Vivimos en una sociedad donde todo se encamina para que sea rutinario, que no haya grandes sobresaltos, que todos piensen y actúen con lo que unos cuantos han decidido que sea lo normal, porque es lo establecido, en definitiva, lo rutinario. No tenemos permiso para pensar, sentir y actuar más allá de lo que está definido y cuyo resultado final está predeterminado. Cualquier sorpresa pone al sistema en alerta y empiezan a buscar mecanismos para anular esa sorpresa o encauzarla. Ejemplos de sorpresa han sido el 15M, la PAH, el papa Francisco€ Siempre se nos indica que volvamos a la normalidad en todos los órdenes de la vida, que volvamos a nuestras rutinas y que ahí ya encontramos algunas gratificaciones y que nos conformemos. Yo prefiero la innovación, la creatividad y la revolución.