Me cuentan que en una residencia de ancianos de San Pedro del Pinatar, tutelada por los Mensajeros de la Paz del Padre Ángel, cada mañana, como si de un ritual se tratase, la monitora Yolanda reúne a los abuelos en el salón y les lee en voz alta este post-it que cada día publico en el diario La Opinión. Al escucharlo, unas veces se ríen y otras, se emocionan. Pero siempre, siempre, los artículos les sirven para recordar experiencias propias parecidas. Para revivirlas. Unos aprovechan para contárselas a los demás; otros, las callan y las evocan en silencio, con el recuerdo brillándoles en los ojos.