El Consejo de Ministros del pasado viernes ha aprobado 16 Planes Hidrológicos de Demarcaciones Hidrográficas; todas las intercomunitarias (10), cuya responsabilidad en la elaboración, por superar el ámbito territorial de una Comunidad autónoma, corresponde de la Administración general del Estado, y algunas intracomunitarias.

Culmina así el proceso establecido en la Directiva Marco del Agua, norma reguladora de carácter europeo, que establece las directrices que han de guiar la política hidráulica en los aspectos ambientales de los países integrados en la Unión Europea.

Hemos de recordar que esta Directiva se publicó en el año 2000, y fue traspuesta al ordenamiento español en 2003. Estableció una visión novedosa en la gestión de las aguas „en la que España ya tenía bastante camino recorrido„, incidiendo en conceptos nuevos como masas de agua, buen estado de las mismas y objetivos de mejora ligados a dicho buen estado.

Esta normativa establecía la obligación de los Estados de disponer en el año 2009 de unos planes de gestión elaborados por demarcaciones hidrográficas, con programas de medidas que estableciesen objetivos de mejora del estado de las masas de agua en determinados horizontes temporales. Igualmente establecía la obligación de elaborar la revisión de dichos planes en un plazo de 15 años desde su aprobación.

En España, desde la llegada al poder del Gobierno socialista del señor Zapatero, se paralizó el proceso de aprobación de los planes de cuenca, de tal modo que, en los casi ocho años que trascurrieron desde su llegada al poder en el año 2004 hasta el año 2011, a pesar de que los funcionarios y técnicos de las Confederaciones Hidrográficas desarrollaron un ingente trabajo, eso no culminó en la aprobación de ningún Plan Hidrológico en plazo. Nunca se han dado adecuadas explicaciones por esta incompetencia y falta de rigor administrativo y, sin embargo, esto ha provocado el establecimiento de procedimientos de infracción contra España que derivarán en sanciones económicas.

Tuvo que llegar el Gobierno del Partido Popular, con Mariano Rajoy a la cabeza, para acometer la tarea que no se había realizado. En los cuatro años de legislatura últimos, gracias a los esfuerzos de los ministros Miguel Arias Cañete e Isabel García Tejerina, nuestro país ha completado los dos ciclos de planificación que estábamos obligados a elaborar en los quince años trascurridos desde la aprobación de la Directiva.

El esfuerzo realizado por los responsables del ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente permitirá también abordar con datos fiables, actualizados y sometidos al escrutinio social y público y, por supuesto, con el apoyo mayoritario favorable del Consejo Nacional del Agua, un estadio superior de planificación hidrológica que es la Planificación Hidráulica Nacional.

Pero, además, con este esfuerzo, que otros no hicieron cuando debían, debemos ser conscientes de que evitamos el riesgo de pérdida de fondos europeos cuando se incumplen plazos, garantizamos la ausencia de sanciones y, probablemente lo más importante, recuperamos ante nuestros socios europeos la credibilidad de ser un país que cumple con sus obligaciones y en materia de agua, que tanto tenemos que decir, somos de nuevo un socio fiable y capacitado para incorporar sus nuevas aportaciones en las futuras revisiones que se aborden de la normativa comunitaria.

En lo que respecta al Plan Hidrológico de la Demarcación del Segura para el período 2015-2021, es muy importante destacar que a pesar de contar con los recursos procedentes de desalación „insuficientes y caros„, construidos en las legislaturas socialistas y a pesar de los esfuerzos de contención y mantenimiento de la demanda y de incorporación de nuevos recursos no convencionales, como los procedentes de la reutilización de aguas depuradas, nuestra cuenca sigue siendo deficitaria en un volumen de unos 400 hm3.

En otros aspectos es un Plan que avanza enormemente en aspectos ambientales, incluso muy por encima de lo desarrollado en otras cuencas; se han caracterizado todas las masas de agua, se han definido caudales ecológicos para todas las masas de agua tipo río y se han definido reservas naturales fluviales, se coordinan mejor con los espacios Red Natura, etc.

Acabada la planificación hidrológica es el momento de la política de agua. La reivindicaciones de nuestro presidente Pedro Antonio Sánchez nos llevarán a alcanzar el tan ansiado y esperado Pacto Nacional del Agua.

El esfuerzo que desde la Región de Murcia y desde el Sureste en general realizamos por aprovechar cada gota de agua, que se traduce en una generación inmensa de riqueza y empleo para nuestra nación, deberán ser tenidos en cuenta por el Gobierno de España en dar respuesta al problema esencial que constatan los Planes de Demarcación aprobados y que es el déficit de la cuenca del Segura.

Un gobierno liderado por Mariano Rajoy ha demostrado su responsabilidad para cumplir con las obligaciones que Europa dicta y un nuevo Gobierno del PP resolverá los problemas hídricos de España. Ese es el aliado que necesitamos en la Región de Murcia para garantizar el agua que necesitan nuestro agricultores.