Decían las antiguas lenguas que el buen paño en el arca se vende: los bienes más preciados se guardaban como oro en paño, sin ninguna intención de airearlos ni hacer alarde de ellos. En lo viejos cofres y arcas, hoy desaparecidos, lo más valioso, los atalajes de fiesta, lo que se usaba solo en grandes ocasiones, se guardaba y resguardaba en el fondo, para no tocarlo ni estropearlo. Llegada la fiesta señalada, el acontecimiento del año, era la ocasión de ponerse el culo del arca, expresión con que se encarecía la importancia del suceso o se criticaba el afán de ostentación de los que hacían tal derroche. Así que vean cómo cambian los tiempos: de guardar lo más valioso en el fondo del cofre o del arca y no sacarlo mas que en fechas señaladas, hemos pasado a tener fondo de armario, que es un conjunto de ropa básica que se guarda allí dentro con la vana ilusión de que no pasa de moda, por lo que en cualquier momento podríamos recurrir a ella. Así que nada comparable con el culo de aquellos cofres y arcas.